1. Despedida familiar


    Fecha: 27/10/2022, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: lucashood, Fuente: CuentoRelatos

    ... dedos con la leche de sus tetas.
    
    “Yo también quiero tu leche calentita” escuché decir. Gaby me hizo seña de que vaya a la habitación. Mely me estaba esperando vestida con su pantalón piyama, un top blanco y sus lentes puestos.
    
    Tener a Mely en bandeja para que me la coja era una fantasía que siempre tenía. A veces la cruzaba en casa de Abel cuando ella llegaba de la facultad. Ese uniforme me provocaba unas erecciones tan calientes que seguro me había visto alguna vez. Era tan delgada que parecía de menor edad y además con esa carita de atorranta me hacía escapar al baño para clavarme una paja imaginando que dejaba mi leche en su cara con lentes.
    
    Se bajó su pantalón y dejo al descubierto una rajita depilada. Su top cubría unas pequeñas tetitas puntiagudas. Se colocó boca abajo en la punta de la cama y alzó al aire su culito huesudo. Yo ya estaba con la verga a reventar otra vez. “Dale papi, llename que ya estoy toda mojada”.
    
    No quise desaprovechar la oportunidad y primero me arrodillé detrás de ella para comerle la almejita. Mi lengua pasaba de su conchita a su culo, chupando su jugo. Con mis manos abría sus cachetes y cogía su colita con mi lengua. Ella suspiraba y se arqueaba de placer.
    
    Así como estaba, agarré mi pija y empecé a empujar en su conchita. Cuando se la metía completa la dejaba un rato dentro de ella. La sensación de tener a Melyssa clavada en mi verga era descomunal. Además su colita chiquita ...
    ... hacía que mi pija pareciera del tamaño de un termo.
    
    Luego me senté en un sillón y le dije que me montara. Puso su cuerpito sobre mis piernas y embocó mi verga en su culo apretado. Cada vez que lentamente subía y bajaba sobre mi hongo hinchado, era como si la fuera a partir en dos. Mi verga venosa y llena hasta el tope, le rompía la cola a la hija de mi mejor amigo.
    
    De repente apareció Abel por la puerta con su grueso pene en la mano. Sin inmutarse, se paró junto a mí y con su mano acercó mi cabeza a su verga. Nunca se la había chupado a un tipo pero no podía negarme después de la sorpresa que me dio. Mientras su hija rebotaba y gemía como yegua, yo trataba de manejar una verga enorme con mis labios. Sentía las venas de su falo en mi lengua. La tenía tan dura que era un placer mamársela.
    
    Cuando no aguanté más, hice arrodillar a Melyssa y la bañé de crema caliente. Sus lentes y su cabello estaban chorreando blanco. Al igual que con la madre, le metí la pija hasta la garganta para regar ahí también mi semen.
    
    Luego fue mi turno. Me coloqué delante de Abel y recibí su leche con la boca abierta. Estaba tan cargado que algún chorro cubrió parte de mi cara también. Luego continué chupando su glande para asegurarme de haber vaciado sus bolas.
    
    Al otro día debía tomar mi vuelo. Lamentablemente se retrasó y se siguió retrasando por bastante tiempo. Así que hubo unas cuantas despedidas más con mi amigo y su cariñosa familia. 
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