1. Juegos de Oficina


    Fecha: 11/10/2022, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... fanático y Rodrigo había estado en el gimnasio alguna vez con él, así que sabía que estaba en forma y también sabía que estaba bien dotado de las veces en las que lo había visto en el gimnasio - aunque es algo de lo que nunca había hablado directamente con Carla ya que, al igual que en el trabajo, Paula había hecho más de un comentario al respecto cuando estaban todos de copas o cenando tras un par de botellas de vino. Pero más allá de lo que ya sabía, Rodrigo le dijo a Carla que cogiera el móvil se tumbara de espaldas y abriera la foto: “te voy a follar mientras ves tranquilamente la foto de Pablo, que seguro que no las disfrutado con calma en todo el día”. Dicho y hecho, Carla se tumbó con el móvil posado en la cama y se dedicó a recrearse mientras Rodrigo la follaba con una intensidad que pocas veces había experimentado. Carla estaba excitadísima, a punto de perder el control según se acercaba su orgasmo. Rodrigo estaba también casi fuera de sí, ver a Carla excitada es lo que más le estimula en el mundo.
    
    Pero en esta ocasión, según follaba a Carla, una imágen hasta ahora desconocida para él empezaba a formarse en su cabeza. Según sentía que Carla se acercaba al orgasmo, mirando fijamente la fotografía de Pablo, que ahora estaba en zoom con su polla ocupando toda la pantalla del móvil, empezó a imaginar que no era él quien follaba a Carla. Imaginaba a Pablo follándose a Carla, agarrándola fuertemente y penetrándola profundamente con una polla que erecta debía ser ...
    ... gruesa como la de un actor porno de primera fila, venosa como Carla había confesado más de una vez que le gustan y tan larga como la suya o más. Con esta polla Carla llegaría al frenesí y según pensaba esto y la imagen aparecía con toda claridad en su mente, Rodrigo sintió como Carla llegaba al orgamso y poco después, cuando apenas Carla estaba terminando de correrse, Rodrigo explotó en un orgasmo que hace tiempo no recordaba tan intenso y con la polla más dura que había tenido en quizás años dentro de Carla.
    
    III
    
    Pasaron las semanas y la vida siguió su curso con normalidad. Como otras veces Carla y Paloma se fueron un día a comer juntas después del trabajo para terminar en casa de una u otra tomando un café o una copa después de comer. En esta ocasión estaban en casa de Paloma, en una comida más relajada de lo normal, ya que era un día víspera de festivo. Después de comer con más vino de lo habitual habían ido a casa de Paula y ésta sacó un licor para tomar de “sobremesa” que, según explicó Paula, reservaban para ocasiones especiales. Así estaban tomando el licor cuando Carla, inusualmente relajada y plácida, observó una silla extraña en un rincón del salón de Paula. Era una silla algo más ancha que las “normales”, pero sólo un poco más, robusta y sin reposabrazos y con la espalda y asiento recubiertos de cuero mullido granate. Además, el asiento tenía una especie de diseño ergonómico en el que se entreveía el “molde” de las piernas ligeramente entreabiertas de una persona. ...
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