1. Jugando con negros


    Fecha: 26/09/2022, Categorías: Sexo Interracial Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... hablar de ti. Creo que querían hacer un trío, los muy salidos.
    
    -¡Pero que dice! Por favor, déjeme en paz.
    
    -Sí, ahora te ofendes. Pero al negrito, bien que le seguías la corriente, que parecía que te ibas a abrir de piernas allí mismo.
    
    Y yo que había pensado que era un hombre atractivo.
    
    Yo empecé a andar por aquel tunel escasamente alumbrado hacia las escaleras del andén cuatro. Y me salta.
    
    -Pero, espera, que te ayude. Bueno, sigue, que he olvidado algo y ya voy yo. El ferroviario subíó a toda velocidad las escaleras y yo empecé a andar también a toda velocidad pero tropecé con algo del suelo y por poco me caigo. Afortunadamente, me agarré a una barra sujeta a la pared pero mi bolso y parte de su contenido fue a parar al suelo así que me agaché a recogerlo.
    
    Estaba allí con mis espalda y brazos extendidos hacia el suelo y con el trasero arriba.
    
    De repente, alguien me asió por la cintura y me empujó hacia atrás, y mi espalda fue a parar a su pecho. Una de sus manos permanecía en mi cintura y otra en mi hombro.Vi el color oscuro de su piel. Su mejilla rozaba mi oreja. Me tenía sujeta con fuerza pero sin apretar excesivamente.
    
    Todo esto pasó en cuestión de segundos. Intenté gritar pero el grito se ahogó en mi garganta. El me susurró en francés:
    
    -Ne bouge pas! . No te muevas. Ne t’inquiète pas. No te inquietes.
    
    Con una voz suave y acariciando ligeramente mi pecho y soltando el brazo que me agarraba la cintura.
    
    Recordaba que aquella era una fantasía ...
    ... repetida. Hacer el amor con un negro.
    
    No era el mejor lugar, ni el mejor momento. Pero estaba sucediendo y no podía dejar pasar esa oportunidad. Estaba libre de huir de allí o de quedarme a disfrutar del momento. Opté por colmar mi deseo.
    
    Me volví y allí estaba, mirándome con lujuria. Me agarré a su cuello y besé su carnosa boca con los labios entreabiertos. Noté como su lengua se metía en mi boca. En unos segundos nuestras lenguas se rodeaban. Me quitó el abrigo. Sus manos se apoyaron justo encima de mis glúteos y con su índice presionó sobre mi falda en un pequeño hueco arrancándome un gemido de placer.
    
    Dejé caer mi cabeza sobre su hombro y él me lamíó el cuello sorbiendo pausadamente. Luego, me hizo apoyarme sobre la pared, la barra estaba a la altura de mi cintura. Besó suavemente los surcos exteriores de mi oreja y levemente sorbió mi lobanillo, luego puso su deliciosa boca sobre ella y con su lengua recorrió sus surcos. Mientras sus manos buscaban la cremallera trasera de mi falda, la bajaron, volvió su índice a rozar ese hueco de mi coxis. Oreja, coxis, me estaba embriagando de placer.
    
    Mi mano iba sacando su camisa del pantalón y acariciando y apretando sus caderas.
    
    Sus manos magreaban mis nalgas. Mi falda calló al suelo, dejando al aire mi liguero y mi tanga color anaranjado. Yo aproveché ese momento para quitarle el cinturón y bajarle la cremallera. Noté que su paquete estaba duro y abultado.
    
    Quería que ese momento durase. Así que volví a su boca. ...