1. Mi amiga la directora


    Fecha: 22/09/2022, Categorías: Infidelidad Autor: tintadigital, Fuente: CuentoRelatos

    Vivo en Mendoza, tengo 38 años y dos hijos. Mi matrimonio transcurre con normalidad, aunque siempre ando necesitado de tener sexo. Hasta el momento del presente relato, nunca había sido infiel a mi mujer. Con ella he practicado varias "cosas" sexuales: posiciones, juguetes, anal, oral. Pero siempre soy yo el de la iniciativa.
    
    Tenemos una amiga en común, Marta (nombre ficticio para no comprometer), directora de un colegio secundario de la zona. Tiene 40 años, dos hijos y se ha divorciado hace ya casi 10 años. En ese lapso no le hemos conocido parejas, pero sí nos ha hablado de varios encuentros sexuales con distintos pretendientes. Sin entrar en detalles pero siempre que pasa "algo" termina contandonos.
    
    Marta es una mujer atractiva, con algunos kilos de más pero bien puestos. Mide 1.70 y tiene dos grandes pechos que llaman la atención aunque no lo quieras. Hemos coincidido en vacaciones en la playa y no hay forma que esas tetas no llamen la atención. Yo trato de ser disimulado porque mi mujer anda cerca, pero la realidad es que más de una vez me he pajeado pensando en esos pechos.
    
    Esta historia sucedió este verano. Pandemia de por medio no salimos de vacaciones, aunque al tener piscina en casa todo se hizo más llevadero. Marta vive a unos pocos minutos de distancia y era normal que cada tanto pasara a disfrutar de la pileta y de largas charlas conmigo y mi mujer. Una tarde calurosa mi mujer salió a visitar a unas amigas. Se reunirían en la casa de una de ellas. Mis ...
    ... dos hijos también habían ido a casas de amigos por lo que estaba solo y tranquilo.
    
    Era un buen momento para ver un poco de porno y hacerme una buena paja, ya que mi mujer me tenía sin sexo hacía unos días porque "no tengo muchas ganas". En pleno "trabajo" sonó el timbre. Primero pensé en no ir, pero al final me puse un pantalón flojo y me asomé. Era Marta que venía a visitarnos y a disfrutar del fresco del agua. Mientras abría le comentaba que mi mujer no estaba, que estaba solo... pensando en que quizás se iría. Pero no, me dijo que estaba sola en su casa y que, si no me molestaba pasaba a charlar un rato y refrescarse.
    
    Le abrí la puerta, la hice pasar y vi de reojo como me miraba el bulto que se marcaba en mi pantalón. Estaba al palo y no había forma que bajara rápido. Nos sentamos en el jardín, ella se sacó la remera y el pantaloncito que traía y se quedó en bikini. Era un dos piezas de color negro que ya le había visto otras veces. No era tanga pero le marcaba bien el poco culo que tiene. La parte de arriba parecía explotar con sus tetas. Con la calentura que traía acumulada lejos estaba mi pija de encogerse.
    
    Se metió al agua bajando por la escalera. La diferencia de temperatura hizo que se le marcaran los pezones. Yo no podía dejar de mirarlos mientras hablábamos. De repente me miró la entrepierna, se tocó los pezones por encima de la tela de la bikini, como queriendo aplacarlos y dijo:
    
    - Parece que la soledad te mantenía ocupado...
    
    Me resultó muy raro ese ...
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