1. Juntos y revueltos


    Fecha: 28/08/2022, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... decía Andrés de pronto grita -¡Ahora sí! ¡Que comience la fiesta! ¡Hasta que las velas no ardan y las ganas se acaben!-
    
    Algo molesta con Andrés por hacerse el gracioso contando intimidades, hicimos el camino para llegar al borde de la piscina donde se encontraba el bar.
    
    Al abrirnos paso entre los invitados no pude evitar contornearme más de lo normal. Me gustaba saber que Andrés se deleitaba y gozaba con esos imperceptibles pero sugerentes movimientos de caderas. Sabía que bajo el vestido iba totalmente desnuda. No usaba ropa interior. Era nuestro pequeño y morboso secreto. Mis movimientos daban la señal perfecta de que la noche ya estaba comenzando.
    
    Mientras bebía frente al bar una copa muy fría de vino blanco divisé al otro lado de la piscina a un amigo de Maite. Este no dejaba de mirarnos con insistencia y cuando cruzamos nuestras miradas alzó su copa en señal de saludo.
    
    Trate de disimular el haberme sonrojado y lentamente volví a beber un sorbo de vino intentando obviar aquel sugerente e inesperado gesto del invitado.
    
    -¡Eres genial! - susurró Andrés tomándome por la cintura. Me besó sorpresivamente metiendo su lengua irreverente en mi boca una y otra vez. –Quédate tranquila y no hagas nada - me dice al oído mientras sus manos se deslizaban por mi culo levantando el vestido lo suficiente como para sugerir que no llevaba nada debajo.
    
    Con los ojos entre cerrados y con disimulo mirando por sobre su hombro pude ver como el invitado de enfrente derramaba el ...
    ... vaso sobre su camisa impresionado al ver la mitad de mi culo al descubierto y desnudo.
    
    Le sonreí a pesar de su torpeza. Este a la vez, metía su mano al bolsillo del pantalón para disimular que estaba teniendo una potente erección.
    
    -A ese lo tienes más caliente que a mí – exclamó Andrés riéndose.
    
    -¿Me das una cerveza, por favor?-, le dice Andrés a la joven y guapa camarera que pasaba por nuestro lado ofreciendo bebidas. La chica lo miró por unos instantes, se ruborizó, titubeo y con la voz entrecortada le dice – ahora no llevo cervezas, señor, pero voy a buscar una de inmediato- terminó por decir marchándose rápidamente.
    
    A los pocos minutos regresó con una fría botella. – Aquí tienes tu cerveza – le dijo a Andrés con una insinuante mirada, voz sensual y segura de sí misma, agregando a todo aquello una coqueta y linda sonrisa. La chica había regresado con una actitud diferente. Con tres botones de su blusa abiertos dejaba entrever el nacimiento y canalillo de sus turgentes pero pequeños pechos. A través de la tela se notaba que sus pezones estaban duros.
    
    Andrés tenía un magnetismo casi irresistible para cuanta jovencita se cruzara por su camino. Al parecer percibían las potentes feromonas que manaban de su cuerpo y estas llegaban como abejas a la miel.
    
    Andrés sorprendido la miró disimuladamente y le sonrió dándole las gracias. Le iba a decir algo más, cuando Maite pidió la atención de los presentes y dijo a viva voz.
    
    -¡Queridos amigos ¡ Han sido tan generosos ...
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