1. Las cuatro esclavas (Cap. 2): Aprendiendo obediencia


    Fecha: 12/08/2022, Categorías: Dominación / BDSM Autor: ALTEZA, Fuente: CuentoRelatos

    Una vez que las perras se dieron cuenta que sus opciones eran muy limitadas y aceptaron su nueva condición de orinar en el jardín hasta que les deje bien definido que si se volvian a orinar en sus piernas, tendrían que lamer toda su porquría hasta dejar totalmente brillante y in aroma el suelo; fue hasta entonces que no vieron tan indignante hacer un hoyo para cagar y orinar al aire libre.
    
    Una vez que asimilaron el primer cambio de su nueva manera de vivir, se les asignaron sus nuevos collares que desde ese instante las identificaba como nuevas esclavas hasta el resto de sus pateticas e inutiles vidas, también se les dio a cada esclava un plato de perro para beber y otro para comer y cada plato se identificaba con el nombre de cada una de ellas.
    
    Obviamente se les dejó más que explicado que ahí se come una vez al día y que para poder hacerlo por la noche, durante el día y dependindo de su desempeño como esclavas es que podrán ganarse o no su derecho a la comida por día. Las nuevas perras no les pareció que solo les dieran de comer a cambio de su desempeño y en el aprendizaje de su nueva vida esclava, sin embargo al recordar ue el día anterior si les dejaron sin alimento y agua, no les quedó más que agachar la caeza y aceptar el nuevo reglamento que día a día se les iba imponiendo; mismo que poco a poco les estaba transformando su personalidad y robando su voluntad.
    
    Se les dejó establecido que su jornada laboral sería de 16 horas continuas antes de poder ir a ...
    ... enjaularse y poder dormir, sin embargo este se ampliaría los días e alguna reunión social, entonces solo podrían dormir hasta dejar todo limpio y recogido. Las esclavas no podían creer lo que su propia madre les había hecho y mucho menos se imaginaban que ese infierno que estaban pasando sería justamente para servir como las perras de su misma madre.
    
    Poco a poco con el transcurrir de los días se fueron acostumbrando al trabajo rudo como estar besando los pies, comer en plato de perro y en ocasiones hasta caca y pis se les permitía en el tiempo establecido.
    
    La sumisión poco a poco les fue cobrando factura a cada una de las jovenes rebeldes y frivolas, y aunque estuvieran negando su tranformacion, estaba dando los resultados esperados sin lugar a duda. pronto se les entrenaría para guardar silencio total y solo hablar cuando el Ama así se los permitiera.
    
    Pronto aprendieron como distinguir un simple llamado y como identificar cuando se trataba de una orden a cumplir a la brevedad, obviamente con el previo castigo de restringirles el alimento si se negaban ese día cooperar en su entrenamiento.
    
    La rebeldía que mostraron al comienzo estas perras, ahora se había convertido en simplemente una cortina de humo que con el paso del tiempo se iba difuminando. El adiestramiento parecía ya estar a medio camino, pronto se acercaba el momento de su entrega, sin embargo había algunos pocos detalles que afinar para realizar su entrega a entera satisfacción de mi clienta y por obvios motivos ...
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