1. Autobiografía sexual (Parte 1): Mi primera vez


    Fecha: 02/08/2022, Categorías: Confesiones Autor: LorePadilla, Fuente: CuentoRelatos

    Tenía un novio llamado Rodrigo, contemporáneo mío, ambos teníamos 18 años. Él era muy lindo, pero muy inocente. Me llevaba a su casa para presumirme con su familia, entre los que conocí a Leonel, su hermano mayor por tres años.
    
    Sus padres no tenían problema con que hiciéramos la tarea en su recámara, pero él echaba a la basura esas oportunidades de oro. Yo estaba ansiosa por tener mi primera vez y a mi consideración, mis insinuaciones eran obvias. ¿Por qué otra cosa exhibiría mi culo al colocarme a gatas en su cama? Simplemente, él aún era inmaduro para esas cosas y yo, si bien no era experta, al menos era muy estudiosa del arte de la seducción.
    
    Su romanticismo me gustaba, pero él quería que nuestra relación saliera a flote solo de esa manera y a mí me aburrió. Además, haber sabido que fui la primera que besó sus labios acabó con mis expectativas y al mes y medio de empezar a andar lo terminé. No supe darle una razón, lo único que se me ocurrió decirle fue "tú eres agua y yo soy fuego, no somos compatibles". Los siguientes días lo veía apartado de los demás y llorando, igual a mí me dolió herir sus nobles sentimientos pero no me iba a detener a sentir lástima por él.
    
    Días después, salí de la universidad y me dirigía a mi casa, pero en el camino se me interpuso Leonel. Pensé que me encararía por haber lastimado a su hermano, sin embargo, su declaración fue sorpresiva. Me halagó, me dijo algunas cosas sexys y me pidió ser su novia. Yo estaba demasiado emocionada, ...
    ... pero, como toda mujer, me hice como la que no quería y probé su resistencia.
    
    Las siguientes semanas, todos los días me lo topaba en mi regreso, nos perdíamos por las calles, me llevaba a la plaza principal, me invitaba la comida, todo menos a su casa para evitar abrirle más la herida a su hermano. A su vez, las primeras ocasiones partimos de besos suaves que con el transcurso de los días se intensificaban cada vez más. Llegamos al punto en que nuestro pasatiempo favorito era besarnos apasionadamente teniéndome sentada en sus piernas, sin importar la exhibición que dábamos al público.
    
    Llegó el día. Fui bastante arreglada a la universidad, los profesores no evitaban echarme la mirada y yo esperaba ansiosamente la hora de salida. Momentos más tarde, me encontraba en la casa de un amigo de Leonel. Para ese entonces, ya éramos novios. Leonel le habría pedido el favor a su amigo de prestarle su casa un día que no hubiera nadie en ella.
    
    Y ahí nos hallamos, solos y con todo el espacio necesario. Miraba cada parte de la casa y recordaba escenas pornográficas que podríamos imitar, pero al mismo tiempo solo quería dejarme llevar. Leonel tomó mi mano y me llevó a un cuarto que tenía una cama king size. Estábamos besándonos de pie y aproveché para mostrarle unos pasos de baile sensuales que estuve ensayando mucho el fin de semana anterior; entre ellos, le restregaba mi cola en su pelvis y hacía que sus manos acariciaran mis senos.
    
    La llama se encendió. Leonel me tomó de la cintura ...
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