1. Una fantasía en el laboratorio


    Fecha: 26/07/2022, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Juliette, Fuente: CuentoRelatos

    Me tomó mucho tiempo un papeleo y arreglarme. Definitivamente ya iba tarde con Carlos, ponerme bella es tardado, pero no me arrepiento, quería que al verme hiciera mi expresión favorita: una expresión que hacia cuando estaba a punto de comer algo sumamente rico.
    
    Iba un poco enojada a su laboratorio, las distancias eran largas y el sol estaba horrible.
    
    Llegué y dentro era una atmósfera deliciosa, el clima tenía una misión sencilla, enfriar un salón muy grande, y por supuesto no lo lograba, pero enfriaba lo suficiente. Cosa anti producente, porque mi cara se empezaba a poner caliente. Carlos tenía el salón para él solito, y ahora nosotros dos.
    
    Al parecer no era la única con papeleo. Había varios escritorios y uno al fondo le pertenecía a él, donde tenía varias hojas regadas y llenando unos formatos.
    
    -Solo tengo media hora, a las 5:00 es el mariachi -me comentó antes de volver a sentarse y tomar la pluma de nuevo. Hizo una mueca y en sus ojos una decepción: no teníamos tiempo. Me miró de nuevo buscando una respuesta de confirmación o negación.
    
    Yo ya había ido antes a su laboratorio y tuvimos unos ricos fajes, pero solo fueron eso. Él siempre quiso llegar más allá, pero el hecho de que estuviéramos en un lugar público me ponía nerviosa y me impedía siquiera relajarme y disfrutar el momento. Me estresaba más que sus amigos llegaran en cualquier momento o tocara la puerta algún profesor.
    
    Estaba recordando aquellos momentos. ¿Por qué sería diferente esta vez que ...
    ... estaba seguro todos llegarían en 30 minutos? En fin, no sé qué vio en mi rostro, tal vez alguna mirada encendida o que mordí mis labios, porque de pronto escuché un fuerte manotazo de las hojas deslizándose al piso mientras mi trasero se sentaba sobre el escritorio. Aquello fue inesperado y si ya estaba caliente por el ambiente eso me excitó aún más. No me había tocado y ya estaba mojada.
    
    Y los ansiosos besos con lengua comenzaron, pero no, era poco tiempo, no podía dejarme ir y disfrutar, alguien podía abrir la puerta y encontrarse con una escena comprometedora. Ya tenía la piel de gallina y mis sentidos comenzaron a distraerse: no podía ya pensar en nada excepto en mantener el hormigueo que me invadía.
    
    Desabrochó los interminables botones de mi blusa y le ayudé a llegar a mis pezones, mi cuerpo me pedía a gritos que me besara aquellas pequeñas zonas. Me lamió desesperadamente como si se los fueran a quitar, seguido de eso me beso y con su saliva me siguió tocando mis pezones con sus pulgares. Solté un pequeño gemido. Podría desabrochar mi pantalón junto con el cachetero que elegí a propósito para provocarlo, bajarlos yo misma y empinarme sobre el escritorio, mismo que había despejado ansioso para mí, para poner mi trasero sobre él.
    
    Quería que él me quitara todo, eso me prendía, pero me desesperé tanto que comencé desabrochando mi único botón del pantalón y el cierre.
    
    -¿Ya quieres que te lo meta? -preguntó sorprendido y sin filtro alguno.
    
    Lo volteé a ver a los ...
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