1. Mi prima y una deuda de por vida (I)


    Fecha: 23/06/2022, Categorías: Incesto Autor: Whistledown, Fuente: CuentoRelatos

    ... largo de mi vida tuve relaciones bastante duraderas, pero ninguna causaba en mi aquel sentimiento que Belén hizo florecer en mi desde muy pequeño. Me gustaría admitir que no me dolió, que no la extrañé y no me hizo falta, pero lo cierto es que pasé unos meses increíblemente duros sin ella, mi compañera, mi cómplice en el crimen.
    
    Durante todo ese tiempo dejamos de hablar en absoluto, a excepción de cumpleaños o Navidades. Podíamos ver en su cuenta de Instagram como tenía un departamento lujoso, siempre iba a lugares de alta sociedad o tenia, lo que se llamaría “una vida de ricos”. También pudimos ver que abrió una clínica estética que se consolidó como una de las mejores de la ciudad, pero nadie entendió como llegó hasta ahí sin dinero, sin ayuda de su familia, sus padres o absolutamente nadie. Era un absoluto misterio para todo el mundo.
    
    El tiempo pasó y un día, en medio de una cena familiar, mi tía se acercó a mí. Mi tía Naomi se acercó a donde estaba sentado y pude saber que algo sucedía. La madre de Belén siempre se caracterizó por ser una de las personas más bonitas de la familia, inclusive algunos la veían más bonita que su propia hija menor. Tenía unos 1.65 cm de altura junto a sus 40 años, cabello rubio hasta por debajo de los hombros, un físico envidiable a causa de tantas horas de gimnasio que dejaban su trasero increíblemente firme y redondeado, casi como de una manzana se tratase. Sus pechos eran igual de pequeños que los de Belén, pero parecían más grandes ...
    ... debido a su contextura física y los ojos verdes junto a su bronceado perfecto completaban el look de madre joven.
    
    —Sebastián ¿has hablado con Belén estos días? —dijo mientras se sentaba a mi lado, su voz denotaba preocupación y ligera tristeza.
    
    —Claro que no, tía. ¿Pasó algo? Luces preocupada. —le alcancé a decir mientras me giraba para tener su completa atención mientras algo en mi interior se retorcía de los nervios, preocupación quizá.
    
    —Es que, he hablado con ella hace unos días y lo cierto es que con todo esto que está sucediendo en el mundo, dice que su negocio ha caído demasiado. —Hizo una ligera pausa porque sus ojos se habían llenado de lágrimas con suma facilidad, lo cual dejaba claro lo grave que era la situación.— Y dice que hasta le cuesta pagar sus cuentas. Su padre y yo le hemos enviado dinero, pero al parecer no es suficiente y sé que la está pasando mal. —Alcanzó a decir antes de que las lágrimas la abarrotaran por completo así que, sin saber mucho que hacer, lo único que mi cuerpo decidió hacer fue estirar mis brazos y darle un abrazo que duró un par de segundos.— Perdóname… Todo esto me pone muy mal, ella está allí completamente sola y me pone de los nervios. Desearía que tú estuvieras ahí, ayudándola. Siempre fueron ustedes dos contra el mundo, siempre fuiste su sostén en los malos momentos.
    
    Las palabras de mi tía eran como un baldazo de agua fría, un balde que me recordaba lo que sentía y también, lo que había perdido, pero, casi por casualidad, ...