1. Mi vecino favorito


    Fecha: 18/06/2022, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... mi, me encantaba que los hombres me miren en la calle y me digan cosas, solo que me tomó por sorpresa, jamás lo vi con esa actitud, era como un abuelo para mi, hasta ese momento.
    
    Me hacía la distraída, miraba la televisión, seguía comiendo sin ganas, y separaba un poco mas mis piernas, para que Benjamín siguiera disfrutando de la vista.
    
    No le tomó mucho tiempo, pasar a la siguiente etapa.
    
    Se desabrochó el pantalón y saco su miembro.
    
    Con su mano derecha, comenzó a masturbarse, mientras emitía unos pequeños gemidos, por mi parte no dejaba de mirar la televisión, temía que si lo miraba, lo iba a intimidar o algo, pero no pude resistirme, me moría por ver el miembro de mi vecino de 63 años.
    
    Gire mi cabeza lentamente, y vi su miembro. Era bastante grueso, de unos 10 o 12 cm de largo, con varias venas cruzando su tronco, y una cabeza muy grande. Me parecía precioso. Me lo imaginaba en mi boca y dentro de mi vagina. Lo miraba fijamente.
    
    El no dejaba de ver mis piernas. Apretaba su miembro y lo jalaba con mucha fuerza, jadeaba, traspiraba bastante por su frente, en un momento se levantó de la silla y me dijo:
    
    - Dame la tanguita Nena.
    
    - Me levanté y me la saque enseguida. Obedecí inmediatamente.
    
    Con mi tanga blanca y detalles rosas, en mi mano, me pidió que se la de.
    
    Se la pasé por encima de la mesa.
    
    La sujetó con su mano izquierda y sin dejar de tocarse, se la acercó a su nariz, la olió, disfrutó del olor de la tanga, inhalaba, le daba placer sentir ...
    ... mis olores íntimos, a mi me encantaba verlo sentir placer por mi culpa.
    
    Dejo de olerla, y la apoyó sobre la mesa de vidrio. Su mano izquierda la apoyó sobre la mesa, como apoyándose sobre esta, y con su mano derecha no dejaba de masturbarse, la cabeza de su pene estaba muy roja, apunto de explotar.
    
    - Subite la falda, nena. Dijo.
    
    Por supuesto, obedecí, y mi pequeña vagina estaba al descubierto.
    
    Yo miraba su pene, me resultaba hipnótico, sus huevos, eran de gran tamaño, nunca los había visto tan grandes, y colgaban mucho mas de lo que había visto. Su escroto estaba muy arrugado. Me encantaba.
    
    De repente sus gemidos se hicieron mas fuertes, y parecían dolorosos.
    
    - Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh, me vengo nena, me vengo. Gritó.
    
    Su leche bien espesa salió de su cabeza, y chorreó mi tanguita, toda su leche cayó sobre esta, salía de a poco, pero fue cubriendo gran parte de mi ropa íntima, sobre todo la parte que tapaba mi vagina.
    
    Su respiración agitada fue calmándose y se dejó caer sobre la silla bruscamente.
    
    - Gracias nena, sos un sol, hacía años que no podía eyacular. Me hacía falta linda.
    
    - Por nada Benja. Le dije.
    
    Solté mi falda y volvió a su posición normal.
    
    - Nena, te puedo pedir algo mas?
    
    - Si, claro.
    
    - Me harías muy feliz, si usas la tanga manchada con mi leche, hasta que te bañes. Puede ser?
    
    - Si, no tengo problema, Benja.
    
    - Gracias nena.
    
    Me acerqué a su lado, tomé la tanga, y me la puse, algo de semen quedo sobre la mesa, pero ...