1. Sofía Marian, la güera misteriosa de Toluca (Parte 3)


    Fecha: 16/05/2022, Categorías: Anal Autor: Alien_system, Fuente: CuentoRelatos

    ... conoce como un creampie (Solo de recordar esa situación al estar escribiendo este relato pone mi verga al 100 y “llorando” por ese recuerdo) seguimos en nuestro juego post-clímax, platicando y yo tratando de reponerme lo más pronto posible porque ya tenía autorización de probar su colita blanca, y este iba a ser el preciso instante y no podía dejar que se le enfriara el deseo, así que trate de darle mayor confianza abrazándola y diciéndole lo mucho que me gustaba y me importaba, bastaron un poco más de caricias y convencimiento a ella para dar el siguiente paso en sus lecciones de aprendizaje, por lo que ya mi amiguito estaba más que puesto para una de sus mejores batallas, iba a desvirgar el culito de mi güerita, y no me podía fallar el desempeño de mi verga, eso era más que motivante ya estaba lista nuevamente mi tranca.
    
    Le pregunté por última vez si estaba segura de hacerlo, moviendo la cabeza y mirándome tiernamente asegurándome que si mientras la tratara como siempre, por lo que le di instrucciones a ella de que se relajara y que no pensara nada malo, que solo me dejara a mi guiarle y siguiera mis indicaciones para que no sintiera molestia, tome un lubricante que tenía a un lado de la cama el cual era sabor chicle y a veces lo usaba con mi puti-nerd, me aplique un poco del frio gel en el tronco y el glande, la frialdad del gel y lo caliente de mi pinga, me dio una sensación indescriptible y más pensando en que iba a penetrar por el culo a mi bella güerita eso me hizo ...
    ... ponerme más que caliente, quise ponerlo en su boca para que lo saboreara como lo hacía mi puti-nerd, pero no quiso hacerlo, así que resignado, solo lo embarre de un poco más y le indique que se acostara boca abajo, y colocara unas dos almohadas en su bajo vientre para que levantara sus blancas nalgas, mientras yo me coloque atrás de ella, le di besos pos su espalda blanca, recorriendo hasta su cintura ya que no me permitió que bajara más (me hubiera gustado y yo creo que a ella también si me hubiera hundido la cara entre sus nalgas lamiendo esa jugosa panocha).
    
    Me coloque bajo sus nalgas yo con mi falo moreno bien extendido y casi colocado entre esas dos blancas y bellas nalgas, un bello contraste, digno de una estampa fotográfica lamentablemente eso no era lo suyo de mi güerita, así que montado en ella me dedique a relajarla antes de penetrarla, le di un masaje en su espalda, pasando por su cuello y bajando hasta su cintura, mientras mi verga se resbalaba entre su dos blancas carnes, tenía su rubia cabellera sobre mi almohada, gimiendo como siempre lo hacía casi en silencio, mientras de mi parte intente jugar con un dedo en su virginal orificio, a lo que al sentir mi dedo invasor intentó negarse respingando como potro salvaje, así que tuve que tranquilizarme, pegando mi cuerpo completo hacia ella, y hablándole al oído, le decía que estuviera tranquila, que estaba bella, que me gustaba, que me encantaba y me ponía loco, besando su cuello y orejas, mientras ella gemía, yo ...
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