1. Sofía Marian, la güera misteriosa de Toluca (Parte 3)


    Fecha: 16/05/2022, Categorías: Anal Autor: Alien_system, Fuente: CuentoRelatos

    ... palabras de ella cuando estuviera su cabeza encima de la misma, lo bueno de mi “investigación” fue cuando por fin pude llegar a la parte donde ella balbuceaba sus oraciones sexuales casi en silencio, como si suplicara o rezara por clemencia, aquellas palabras que no lograba entender en el momento que la estaba follando en el preciso instante cuando tenía mi verga taladrando su apretado coñito y al parecer ella estaba en la cúspide de su orgasmo, sus palabras en ese momento fueron como música para mis oídos el escuchar sus palabras entre gemidos, la calentura que me provoco mi Güerita putita hicieron que bajara mi ropa interior y el pantalón de la pijama, me acomode en el amplio sillón del escritorio de la oficina y por los parlantes de los audífonos escuchaba escuchando sus palabras, y como si se tratara de un fetiche con su foto de esa primera vez que nos vimos en el centro comercial donde ella estaba sonriente frente puse su imagen en el monitor, imaginando que era ella quien apretaba mi falo, y me miraba a los ojos mientras la penetraba en mi imaginación y por primera vez me decía las palabras que estaba escuchando claramente en mis oídos, lo cual empezaba a decir:
    
    “Que rico… que rico… ahhh... que rico… ahhh…”
    
    Así continuaban sus frases, mientras yo la penetraba seguramente y ella estaba al borde de llegar al orgasmo, repetía seguido esas palabras y de repente dijo en el audio grabado:
    
    “Dios mío… Dios mío, que rico, ahh ahh… ah... que rico… así… así…”
    
    Yo al ...
    ... escuchar esas palabras por primera vez de su boca, en mi mente venía su semblante mientras la cabalgaba, ella boca abajo y yo la penetraba desde atrás montado en sus piernas sujetándola fuertemente de sus caderas y nalgas blancas, me daba gusto y más la penetraba al ver que ella estaba por fin diciendo sus oraciones que no entendía en el momento del acto sexual, pero ya sentado en mi sillón y con mi verga de fuera me fue imposible no pajearse muy rico al escuchar sus palabras que ella vociferando, así que le di duro a ese placer que sentía el escuchar su voz ahora si a gran volumen y directo a mis oídos entendiendo sus palabras, lo estaba disfrutando como lo había disfrutado el tener mi verga dentro de su cueva húmeda, y su jadeo y la intensidad con que ella se expresaba, motivaban a que mi mano acariciara fuertemente mi pene, cada que escuchaba su voz, el clímax de ella vino supongo yo, cuando después de segundos empezó a decir
    
    “Dios mío… Asii… Que rico…” y repetía “que rico… dios mío… me viene..., me viene...” y luego con un voz de niña berrinchuda y suplicante de su boca salieron las siguientes frases “Lechiiitaaa… lechiiitaaa… Lechiiitaaa… lechiiitaaa… que rico dios mío… asiiiii... aaasii… asiiii... uummm que rica lechiiiitaaa...”
    
    Así continuo, hasta que supongo era el momento en que ella estaba sintiendo el torrente de mi leche ser depositado en el interior de su útero…
    
    Está de más decir que sus palabras hicieron que me viniera como nunca, con una gran cantidad de ...
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