1. Barbacoa caliente-caliente


    Fecha: 15/05/2022, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... le dije. No sientas nada, veo que has disfrutado y eso me encanta, pero tienes que terminar lo que has empezado. Sin cambiar yo de posición me puso el coño en la cara para que se lo siguiera comiendo. Yo le empecé a dar lametazos y ella se acercaba y se separaba unis milímetros de mí buscando màs placer, ¡Sigue, sigue, no pares, no pares! Empezó a gritar como loca, ahí, ahí, ahí, siisiiiisí.
    
    Llegó al orgasmo, tenía semen escurriendole por el vientre y en la barbilla. Se levantó, me cogió de la manó y tiró de mi, ven, ven. Me llevó a la ducha y me metió con ella, nos limpiamos. “ Necesito que me folles, que folles duro". Ah y no te preocupes por mi marido, le parece bien. Me empezó a masturbar para empalmarme, ¡Qué te pasa!
    
    - Nada dale un poco de tiempo.
    
    Se puso de rodillas y empecé a follarle la boca, al notar que estaba dura, la cogió con la mano se giró y se la metió en el coño.
    
    Yo empecé a empujar, era una pasada porque entraba enterita, plas, plas, plas, sonaban mis muslos contra su culo.
    
    ¡Cogemé de las tetas¡ Así lo hice, empecé a empujar con todas mis fuerzas. ...
    ... Sigue, sigue, no pares. En ese momento ví que su marido nos estaba mirando, eso me pareció raro y a su vez morboso.
    
    Ella se tocaba el clítoris con una mano mientras yo le envestía por detrás, ¡Si, si, siiiii!!!!
    
    Le avisé de que estaba a punto de correrme, saqué la poya para eyacular fuerza y ella se giró y sacó la lengua para que golpeara mi poya contra ella y eyaculase. Fue un placer increíble, ella no había terminado y cogió mi mano y se la metió en el.coño, ¡4 dedos! Yo le empecé a dar velocidad, quería que se corriera, ella disfrutaba pero no llegaba al climax. El marido se acercó y ella comenzó a comerle la poya, yo empecé a lamerle el clitoris y a girar la mano hacia los lados dentro de su vagina, ella empezó a gritar, ¡me corro, me corro! Pero yo no paré seguí con la mano dentro, y lamiendo cada vez mas lento, noté que el chocho se cerraba y fui sacando la mano. Mi labor había terminado, y ella seguía comiendole la poya.
    
    Me limpié con una toalla, y salí a la piscina. Me puse el traje de baño que seguía mojado y me marché sin decir nada.
    
    La barbacoa me pareció deliciosa. 
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