1. Mi vecina me mira y le gusta


    Fecha: 08/05/2022, Categorías: Masturbación Autor: Legasex, Fuente: CuentoRelatos

    ... había puesto un poco cachondo y que el pantalón corto que llevaba puesto marcaba perfectamente el contorno de mi miembro.
    
    Hubiera sido genial poder haber visto más de aquel espectáculo.
    
    Me senté de nuevo en la mesa cuando de repente la luz de su habitación se apagó e inmediatamente se encendió la luz de su mesilla de noche, allí estaba ella de pie enfrente de la ventana colocando algunas cosas que ocupaban toda la superficie de su mesa.
    
    Estaba preciosa, el tanga color lila acentuaban esas caderas que tanto empezaba a desear de una forma brutal, unos muslos fuertes y tersos que daban ganas de morderlos suavemente para sentir su calor y esos pechos que parecían manjar de dioses.
    
    Se sentó en una silla y vi asombrado como comenzó a rozar sus pezones suavemente por fuera del bikini, no podía creer aquello, mi vecina estaba comenzando a masturbarse y yo iba a ser testigo de ello.
    
    Cientos pensamientos pasaron por mi cabeza lo que hizo que me pusiera tan, tan, pero que tan cachondo que mi miembro volviera a dejarse notar bajo mis pantalones cortos, comencé a acariciar mi pecho como si ella lo hiciera con sus dedos, me moje los labios con mi lengua mientras lentamente pasaba mis grandes y fuertes manos por encima de mi pantalón aprisionando mi polla entre mi cuerpo y la palma de mi mano, eso me hacía sentir perfectamente como cada vez la erección era más fuerte, tanto que ya asomaba gran parte por encima de la goma del pantalón.
    
    Ella se había acomodado en la silla, ...
    ... una de sus manos no podía verla, seguramente que con ella estaría acariciando sus ardientes muslos.
    
    Estaba a punto de comenzar a masturbarme, no podía esperar más, mi capullo asomaba en su máximo esplendor por encima de mi pantalón, estaba tan grande que sentía el más pequeño roce.
    
    Baje con mi mano izquierda el y mientras lo mantenía cogido comencé a acariciar mis testículos suavemente, los tenía muy, pero que muy hinchados y esa forma de tocarme hacía que mi polla estuviera gorda y grande.
    
    Mientras la observaba como se masturbaba y apretaba sus pechos con los ojos entre abiertos yo empecé a masturbarme también.
    
    Agarre con mi gran mano mi miembro y baje lentamente mi piel hasta poder ver todo mi capullo, estaba marcadísimo, pase lentamente por el uno de mis dedos y volví a subir suavemente mi piel hasta volver a taparlo por completo… aquella sensación era increíble.
    
    Cada vez mi mano recorría toda mi polla de arriba abajo un poco más rápido, más rápido, el sonido que hacia mi piel al cubrir y descubrir mi hinchado capullo era delicioso. El ritmo era casi frenético, mis huevos subían y bajaban de una forma brutal debido a la fuerza con la que me masturbaba.
    
    Mire de nuevo a su ventana, ella seguía sentada, pero había puesto las piernas encima de la mesa, dios, podía ver su coñito y como lo acariciaba, estaba disfrutando tanto como yo, no paraba de arquear la espalda y de morderse los labios, eso me ponía más cachondo de lo que estaba.
    
    Pare un poco, baje mi ...