1. Descubrimos a cari


    Fecha: 02/05/2022, Categorías: Lesbianas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... momentito, para que nos lo prepare para dentro, digamos, en 1 hora? ¡Alguna tiene que regresar pronto?” Las dos chicas sí deseaban darse un chapuzón en el Jakuzzi. Ninguna tenía prisa por regresar, así que teníamos tiempo para probar nuestros juguetitos y remojarse en el Jakuzzi, las tres desnudas, juntas.
    
    En lo que yo me entretenía con los pedidos ellas continuaron dándose un agasajo que me morí de envidia, estaban en un 69, de costado para compensar estaturas, Cari a mi alcance, sus nalgas a mi mejor disposición. Me provocaban una excitación enorme. Lisitas, muy morenitas y redonditas. Mis manos se dedicaron a sobarle suavemente esas redondeces sedosas, en cada recorrido recogían parte de ese erotismo. Le separé sus nalgas, su roseta del ano apareció, le puse un poco de mi saliva y uno de mis dedos se lo introduje, lo empujaba cada vez más, para que le entrara hasta adonde mi dedo ya no se dejaba. La llené de saliva, se le escurría hasta a su vagina. Dedos de mi otra mano comenzaron a introducírsele, bien profundos robándole espacio a Paty, que estaba debajo de Cari completando el 69.
    
    En eso estábamos cuando llamaron a la ventanilla, nos traían, primero, los bocadillos y luego, ya por la puerta que tuve que abrir, nuestros juguetitos. Iba a faltar el que Cari deseaba, no lo tenían disponible. Recibí todos los paquetes y pedí nos trajeran nuevamente bebidas, Piñas Coladas igual para las tres. Éstas vendrían por la ventanilla. Solamente habría que firmar.
    
    La bebida ...
    ... llegó y nos trajeron otro juguetito, en vez del que no tenían. Es un huevo, más grandecito que un huevo regular, y alargado, con vibración a control remoto. “¿Te gustaría éste?” le pregunté a Cari.
    
    “Si no cuesta mucho, sí me quedo con él.” Dijo.
    
    “A ver, platícanos para que lo quieres.” Le pidió Paty.
    
    “Se me ocurrió tenerlo puesto desde temprano y hacerlo vibrar solamente cuando esté aburrida y ya no lleguen clientes.” Contestó Cari.
    
    “¿Llegan muchos chicos al restorán, chicos que se te antojen? ¿No te dan ganas de irte con alguno de ellos?” le preguntó Paty.
    
    “No, hay recuerdos dentro de una, que te hacen olvidar.” Respondió dándonos a conocer que no quería hablar de ese asunto.
    
    Las tres teníamos mucho apetito, nos comimos las botanas y las Piñas Coladas desaparecieron, al final sí las sentíamos ya acumuladas, dentro.
    
    Empujé a Cari, recostándola sobre la cama, sus piernas colgaban a los lados, se las separé y no pude detenerme y darle una de las lamidas más cariñosas a su vagina cargada de sus secreciones. Mis mejillas se acariciaban sobándolas sobre ese tesoro con esos vellos negros y muy abundantes. Los peinaba con mis labios, mi lengua se les enredaba y los mantenía mojados.
    
    A Paty le encantaban los pechos de Cari, con ellos jugaba, se los mamaba y gozaba verles sus pezones paraditos. Se los succionaba bastante fuerte, se veía cómo se los estiraba para verlos más altos. Cari no protestaba, gozaba del trato que entre Paty yo le dábamos. La volteamos ...
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