1. No hay agenda con el urólogo


    Fecha: 27/04/2022, Categorías: No Consentido Autor: ALEJOGOMEZ6991, Fuente: CuentoRelatos

    ... manoseando su piel fresca y suave mientras que ella no paraba de gritar “Don Ricardo por favor déjeme” “Deténgase!” pero los gritos de afuera del consultorio de la turba que decían; “Suelten a esa perra!” “Es hora de castigarla” me animaron apurarme con el rejoneo y brioso le quite sus tangas blancas corneándola con mi verga que la hizo pronunciar sus primeros gritos agudos, que solo me llenaron de ímpetu para penetrarla desarrollando un empuje frenético que en segundos se doblego la ternera lo cual me dio tiempo de coger, espichar y saborear sus tetas que eran firmes voluminosos de pezón grande que solo fue cuestión de voltearla para chupárselos, para ese momento ella trataba de resistirse pero era solo meterle más fuerza e intensidad al hundirle mi verga para que ella se entregara y comenzara a gemir borrando sus lágrimas de su rostro y teniendo un orgasmo la cual la hizo retorcerse apunta de espasmos como una ramera, dándome la satisfacción completa y además de llenarla apunta de una eyaculación apoteósica que no había tenido en 57 años.
    
    Y justo a tiempo porque la puerta cedió y de inmediato que sacaron de encima de Lady Katherine que aun aturdida por mi embestida fue literalmente devorada por la turba de machos. Yo solo me subí el cierre vi la ropa interior de Lady Katherine tirada en el suelo la cual recogí como recuerdo y medio de la algarabía escuche a Lady Katherine decir; “Basta! No más!...” Y luego al bajar las escaleras escuche su grito agudo y profundo que ...
    ... retuvo el centro de salud y no era de un pinchazo de jeringa sino de verga era un hecho “La había penetrado otra vez. En ese momento las cosas en el primer piso aún no se calmaban estaban robándose las cosas, mientras yo muy sediento me fui al baño a tomar agua para recuperar fuerzas y al mirarme al espejo del baño me acorde de Alexandra sin mucho pensar me fui a la farmacia que estaban también robando y encontré un viagra el cual consumí ahora tenía una nueva ternerita por capturar lo cual tenía la ventaja de saber dónde estaba escondida, y muy sigilosamente aprovechando el desorden me fue al armario donde estaba Alexandra y le dije; “Alexandra vamos es hora de irnos” pero fue salir del armario cuando se percató que era imposible y ala tratar de devolverse vorazmente la tomo entre mis brazos mintiéndome a dispensario donde al ser más chica que Lady Katherine me resulto aún más sencillo dominarla y con mucho placer a pesar de que con dulzura y algo de ingenuidad aun Alexandra me decía; “Don Ricardo que hace?” a lo cual le respondí; “Voy apropiar tu cuerpo Alexandra” lo cual la altero pero impero mis ganas y con arrojo le arranque cada prenda hasta dejarla desnuda permitiéndome lamer su cuerpo su piel delicada la cual me excito pronto para castigarla con mi herramienta que erguida se clavó en la humanidad de Alexandra la cual no le quedó más remedio que ceder a mis caprichos, segundos que fueron muy fogosos hasta que termine y solo fue cuestión de recoger sus interiores mientras ...