1. Era el novio del dueño


    Fecha: 16/03/2022, Categorías: Gays Autor: Hombrecaliente, Fuente: CuentoRelatos

    ... del agua y chupó mi garcha. Yo, más caliente, si es que era posible...
    
    Tomó uno de los preservativos que habíamos dejado al costado y me pidió que me parara, chupó otro poco mi pija y me puso el forro con su boca. Nos sentamos otra vez y él se montó en mi pija. Sentaditos en el agua, con los chorros de agua acariciándonos y moviéndonos rítmicamente. Primero, él subía y bajaba, cogiendo la pija. Cuando bajaba se la metía hasta los huevos. Después, se quedaba quieto y yo me movía, mi pelvis chocaba con su culo. Nos manteníamos abrazados y nos besábamos casi todo el tiempo, comiéndonos la boca con mucha calentura mientas culeabamos lenta y suavemente o fuerte de a ratos, completamente unidos por mi pija y su orto, como un solo cuerpo. Acabe adentro suyo con un grito de placer, él se paró y me pidió acabar sobre mi pecho. Me incline respaldándome en la orilla, él se agachó y metió su pija en mi boca, saboreé su jugo preseminal, me cogió la boca y cuando iba a acabar, la sacó tirando toda su leche en mi pecho, yo ayudé a distribuirla con mi mano y él ...
    ... sonrió.
    
    Brindamos y nos mimamos un rato más, hasta que nos fuimos mojaditos a la cama. Le dije que se acostara boca abajo, le hice algunos masajitos sentadito sobre su culo y después empecé a recorrerlo con mi boca desde la nuca hacia abajo, quería comerme su culo todo el tiempo que pudiera, me calentaba mucho. Mordí sus cachetes, recorrí con la lengua su raya de arriba a abajo, besé y lamí su riquísimo orto. Me acosté encima de él y apoyé mi pija que ya estaba dura, presionando en su orto. Rápidamente ya estábamos culeando de nuevo, primero en cuatro y después de frente. Cuando estaba cogiéndolo, le dije gracias y unas lágrimas escaparon de mis ojos, no sé porque o sí... Me pidió que la sacara antes de acabar, que me sacara el forro y tirara mi leche en su orto. Lo hice y me calentó de tal manera la vista de mi leche chorreando por su culo que me metí nuevamente entre sus nalgas y limpié su orto con la lengua. Nos besamos interminablemente antes de despedirnos en el telo y en el auto. Lo vi irse y no volví nunca más por aquel lugar donde lo conocí. Jamás lo olvidaré. 
«12»