1. Era el novio del dueño


    Fecha: 16/03/2022, Categorías: Gays Autor: Hombrecaliente, Fuente: CuentoRelatos

    Hace un tiempo, había comenzado a frecuentar un lugar muy conocido en Mendoza, que no puedo precisar justamente por esa razón, y lo hice en varias oportunidades. Conocí a su dueño y a un chico que trabajaba allí. Desde el principio me gustó mucho, de muy buen cuerpo, peludito y varonil. Conversábamos siempre, es muy simpático, hasta que un día que el dueño no estaba y se había quedado a cargo, se dio la coincidencia que estábamos solos en el lugar.
    
    Comenzó a insinuarse, nos acercamos y de un momento a otro, sin más palabras, comenzamos a tranzar. Besos y mucha franela. Me invitó a pasar a otra parte del local, allí nos pusimos en bolas. Me dijo que le encantaba mi pecho. Manoseó y succionó mis tetas fuertemente, parece que son su debilidad. A mi me encantó su culo, redondito y duro, muy peludito como sus piernas y su pecho. Se arrodilló y se dedicó a mamar mi verga hasta hacerme acabar. Nos vestimos rápidamente porque llegaba gente.
    
    Repetimos la experiencia, muchas veces. Trataba de ir en horarios en los que podía estar solo o cuando él me avisaba que podíamos. Ya en la segunda oportunidad garchamos con todo, tiró una colchoneta al piso y me cabalgó la pija. El lugar y la situación, como ya saben por mis otros relatos, me excitaban mucho. Siempre se dedicaba un buen rato a mis tetas. Le encantaba chupar y morder mis pezones. En una oportunidad, estábamos cogiendo y sentimos ruido de alguien que llegaba, se puso muy nervioso, nos vestimos rápidamente y me pidió que ...
    ... saliera lo más rápido posible, el que estaba entrando era el dueño, nos miró sorprendido, pero no dijo nada.
    
    Una de las veces en que iba al lugar y no podía estar a solas con él porque había otros clientes, estuve charlando con un flaco que me contó de casualidad que este chico era el novio del dueño. No podía creer en el lío que me estaba metiendo pero agradecía que afortunadamente me enteré a tiempo. Lo charlamos y todo quedó en claro, no podíamos exponernos a más riesgos y decidimos terminar ahí pero él me pidió una cogida de despedida. Con dudas, accedí, realmente es un chico hermoso que me calentaba mucho y, la verdad, lo lamentaba...
    
    Nos encontramos una noche y primero fuimos a comer a un lugar discreto y después a un telo. Pedimos una habitación con hidromasaje, tenía que ser con todo. Me dijo que gozaba mucho conmigo, que quería que lo cogiera para que nunca me olvidara. Que rico franelear en el agua, nos besábamos mientras nuestras manos recorrían mutuamente los cuerpos por completo, ayudados por el masaje de los chorros de agua tibia. Mis manos se detenían siempre en su orto, acariciando su hoyo suave rodeado de muchos pelitos que después pude disfrutar con mi boca. Sus bellos mojaditos hacían hermoso y deseable su rico, excitante y bien trabajado cuerpo de gym. Bajo por mi pecho, por supuesto, deteniéndose largo rato en comer mis pezones. Jugaba con ellos con su lengua, haciendo presión y luego mordiéndolos suavemente, lo que ponía mi pija al palo. Se metió debajo ...
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