1. Cena de trabajo


    Fecha: 20/01/2022, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Hola. Me llamo David y soy de Barcelona. Tengo 38 años y si me he describir os he de decir que soy un chico de lo más normal. Ni guapo ni feo, ni gordo ni flaco, y bajito (1,60). Quien espere leer un relato con un pedazo de tío como protagonista, que deje de leer. No soy así. ¡Ah! Y debo ser el único bicho raro que tiene una polla normal, ya que si uno lee relatos todos tienen (o tenéis) unos pollones increíbles…
    
    Bueno, al lío. Estoy casado con mi chica, con la que estoy desde hace 7 años, pero aunque la quiero con locura lo cierto es que en la cama podría ser mucho mejor. Es muy clásica, diría que vergonzosa, sin demasiadas ganas de probar cosas nuevas… y yo en cambio soy lo contrario. No soy un hacha, pero soy de los que piensan que en el sexo no ha de haber límites dentro del respeto y de lo que sea consensúe con la pareja. Y me encanta probar nuevas cosas, tener nuevas experiencias. Y ya que con ella no puedo, pues eso me lleva a buscar este “plus” fuera de mi pareja. ¿Si me siento mal por ello?. No. Mi manera de pensar es que el sexo, aunque importante, es un accesorio del amor, y mientras no se haga daño a la persona, uno ha de ser libre de hacer lo que quiera (ojos que no ven…). Puede parecer una forma de pensar egoísta, pero lo que no voy a hacer es dejar de disfrutar cuanto pueda de algo que me gusta tanto como el sexo.
    
    En fin, a lo que vamos. No hacía falta que fuese navidad ni ninguna fecha señalada. Un día un grupo de compañeros de trabajo nos pusimos de ...
    ... acuerdo para ir a cenar y después de fiesta, en un ambiente diferente al de las típicas cenas de trabajo. Sin jefes, en locales baratos, totalmente informal. Como suele pasar, al principio mucha gente se apunta, y finalmente quedamos cuatro. Y estos pocos éramos 5 compañeras, entre ellas Isa, la que tendrá más peso en esta historia, y yo. Como podéis imaginaros, yo estaba en la gloria, rodeado de mujeres y yo como único tío…
    
    Fuimos a cenar a una brasería por el barrio de Gracia de Barcelona, donde cayeron ya las primeras (y no pocas) cervezas, copas de vino y jarras de sangría, por lo que salimos ya calentitos del local en busca del siguiente donde tomar algo.
    
    La noche transcurría con normalidad, cubata tras cubata, cada vez más ciegos y pasándolo en grande… y yo enganchado a Isa, una chica que se había incorporado hace poco a la empresa, como becaria. Sin ser un pivón, es una de esas chicas que te llaman la atención nada más verlas. De estatura baja, con un buen culo respingón, los pechos tersos de una chica de su edad, 20 años, y un cuerpo que sin ser delgado no llega ni al punto de rellenita, por lo que es más que apetecible. Tiene los labios pequeños y carnosos, y una mirada que te seduce.
    
    Como decía, nos tiramos toda la noche pegados el uno al otro, hablando, riendo… y como quien no quiere la cosa yo aprovechaba cualquier excusa o circunstancia para cogerle de la cintura. Ella en ningún momento me retiró la mano o me hizo ningún gesto de desagrado.
    
    Finalmente y ...
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