1. Conchi, la señora del ático (Parte II)


    Fecha: 13/01/2022, Categorías: Sexo con Maduras Autor: jc2020, Fuente: CuentoRelatos

    ... -me dice ella- lo ves tan fácil, pero bueno es que es muy fuerte lo que me pides, a ver, quieres comprar unas bragas y quieres que yo me las ponga en delante de ti, es en serio?
    
    -Si -le digo yo- obviamente después te las quedas y yo solo me llevaré el momento vivido.
    
    -Anda ya chistoso -me dice ella- claro que si aceptaría, las bragas se quedarían aquí, a quien se las vas a llevar pues ja ja ja, pero y que me dices, si, -y juntaba mis dos manos en señal de pedir por favor.
    
    Yo estando sentando en ese sofá ya sentía una excitación, una ansiedad por lo que me podría decir, pensar que aceptara, que dijera que si, yo ya estaba pensando en a donde ir y comprar en ese momento, que en bajar y subir seguro cambiaría de opinión o alguien podría llegar y yo quedar fuera del juego. Eso me hizo calmar un poco los nervios, había que esperar su respuesta.
    
    -Bueno va -me dice ella- pero ojo que no me pongo bragas del mercadillo ah?
    
    -Ah claro que no usaras cualquier cosa -le dije yo- pero que te parece si me vendes unas braguitas tuyas? Así no perdemos tiempo y pues ya estando de acuerdo los dos.
    
    Yo asumiendo que ella diría si, saque de mi billetera 30 euritos, joder que dolor cuando salieron de mi bolsillo. Pero no podía regatear y menos quedar mal en ese momento. Ella me miró y creo ya no podía dar marcha atrás, cogió el dinero y me dijo:
    
    -Espera que traiga una y me la pongo.
    
    Ahí me funcionó la cabeza y pensé. Jooo pero si yo estoy comprando, lo normal es que sea yo ...
    ... quien elija la prenda.
    
    -Eh Conchi, me gustaría escoger las braguitas y yo mismo colocarlas en ese culazo rico que tienes.
    
    Ella un poco sorprendida me mira y solo sonrío, después de todo ya sé había metido el dinero al bolsillo. Antes que haga nada me dirigí a una habitación que tenía la puerta entreabierta y le pregunté con la mirada si esa era la suya y si podría pasar.
    
    Ella me dijo que si con un movimiento de cabeza, ya dentro encendí la luz y pude ver un armario con dos puertas abiertas, dentro había ropa colgada. A un lado de su cama había un mueble con tres cajones largos y en medio de cada uno tenía un tirador. Tire del primero y bingo aparecieron ante mi las braguitas, dobladas una por una, casi seleccionadas por colores y creo yo hasta por tamaños, observé como ella me miraba desde la puerta de su habitación y no toque ninguna, solo observaba los modelos y colores.
    
    Me decidí por unas de color rojo granada, la sujete con mi mano derecha y la saque de entre las tantas que tenía en esa gaveta,
    
    -mira estas me gustan -le dije a Conchi- te gustan?
    
    Le pregunté y ella solo movió su cabeza de lado a lado y sonrió. Yo con las bragas en mis manos le pregunte dónde podría ayudarla a cambiarse ya que ese era el fin del trato.
    
    Conchi solo me miraba y no me decía nada parece que no creía lo que había dejado que suceda y se le había ido de las manos este juego. Yo con las braguitas de color rojo en mis manos tampoco le decía más cosas por no forzar la situación, ...