1. A dos pollas del cielo


    Fecha: 07/01/2022, Categorías: Bisexuales Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... sorna._ Si él quiere, que creo que sí, que lo está deseando, porque lo ha fantaseado bastante, me pido estar presente.
    
    - Por supuesto, le dijo Juan. En primera fila.
    
    Mi polla estaba a reventar solo con la conversación. Mi amigo Juan se levantó y se desabrochó el pantalón, dejándolo caer. Se acercó a mi cara, que estaba sentado en el sofá. A través del slip se le marcaba la polla que recordaba de nuestros tiempos universitarios, de alguna vez que se la vi. Se marcaba un buen paquete. Estaba indeciso, pero las ganas de hacerlo eran superiores a mí. Mi mujer estaba a mi lado, me animaba a hacerlo agarrando con sus dedos la parte superior del slip de Juan y dejando al aire su polla que saltó. Luis, al otro lado en el sofá, puso su mano en mi entrepierna y me susurraba al oído que me iba a encantar el sabor salado del presemen.
    
    Estaba decidido, si no me gustaba, sería una experiencia a añadir en mi historial de fantasías cumplidas y, como había amistad con Juan, no habría problema en echarme a atrás. Con mi mano cogí sus dieciocho centímetros de polla y la dirigí a mi boca. Al principio hice como Lorena solía hacer conmigo, echando el pellejo para detrás y lamiendo el capullo. Luis tenía razón. Las primeras gotitas de líquido preseminal aumentaban mi excitación. Poco a poco fui avanzando y me la fui metiendo poco a poco en la boca. Era mi primera mamada. No me lo podía creer, y allí, mi mujer al lado, cachonda perdida por el espectáculo que le estaba dando. Tras unos ...
    ... cinco minutos chupándosela a mi amigo, su novio, que no dejaba de manosearme mi verga a través del pantalón, decidió que era su turno. Se puso igualmente de pie, se bajó el pantalón, sin que llevara nada debajo que sostuviese sus atributos. La tenía tiesa. Era algo más pequeña que la de Juan pero no tanto. Eso sí, era un poco más gorda. Hice lo mismo que con mi amigo. El mismo proceso. Lo único que en esta ocasión, tenía las dos pollas delante y me turnaba.
    
    Lorena, como he dicho, estaba excitadísima y ella misma, agachó su cabeza hacía mi entrepierna, desabrochando el pantalón y mamándome la polla. Son esas cosas, que si planeas que salga de una forma, no hay manera que salga, pero en esta ocasión, sin que se me hubiera pasado por la cabeza la encerrona de mi mujer, se estaba desarrollando una fantasía sexual de diez.
    
    Tras un rato así, mi mujer sugirió que nos fuésemos a la habitación para estar más cómodos. Eso hicimos. Nos desvestimos todos excepto Lorena, que se quedó tan solo se quitó el sujetador, dejando ver sus pezones a través de su camisa translúcida de color negro. Los tres hombres nos tumbamos en la cama y Lorena se quedó sentada en un pequeño butacón donde contemplaba la escena con mirada lasciva. Luis se tumbó sobre mi cuerpo haciendo un sesenta y nueve. Juan por su parte le untó el culo con algo de lubricante que le dejó Lorena y comenzó a follarse a su novio. Estaba por una parte comiéndome la polla de Luis a la vez que veía justo encima de mi cabeza, entrar ...