1. Historia de como el confinamiento cambió mi vida sexual


    Fecha: 04/01/2022, Categorías: Confesiones Autor: AnaSur, Fuente: CuentoRelatos

    ... atravesándome que empecé a sentir como la parte inferior del bikini se humedecía. Crucé un poco las piernas, apretando con mis muslos los labios de mi sexo. Y noté la tela de mi bikini rozando mis labios vaginales, hinchándose por momentos. Sentí placer. Quería más...
    
    No pensé, directamente me llevé una mano al interior de mis muslos y comencé a apretarme los muslos con mis dedos. Imaginaba que era la lengua de mi novio subiendo por mis piernas, lamiéndome cada poro de mi piel... En esas mis tetas estaban ya muy duras. Tengo unos pezones pequeños, morenos pero de bastante grosor... Sentía como mis pezones querían agujerear la tela, salirse de ellos. El roce era tremendo, y cuando más presión sentía, más me empapaba la entrepierna.
    
    No pude evitarlo, y subí mi mano izquierda hasta una de los tetas. Primero la izquierda. Metí mi pezón entre las falanges de mis dedos índice y corazón, y lo apreté... Joder, sentía como si un rayo me rompiera el pezón por dos... Apreté más y sí... Gemí... Gemí como si fuera una gatita en celo y supe que no podía parar.
    
    Dirigí mi mano derecha a mi coño, ya por esas chorreando y empecé surfeando mis labios con mis dedos, los rozaba por encima de la tela... Cada paso que cada sentía como la tela dejaba de poder absorber todo el flujo que salía de mí y mis muslos empezaban a manar ese liquido transparente y espeso que salía de mis entrañas... ...
    ... Apreté más, hasta que presioné con mi pulgar el botón del placer, mi clítoris, lo hundí con tantas fuerzas que la tela penetró dentro de mi... Me iba a correr, allí mismo. No había remedio, no había vuelta atrás...
    
    Y lo hice, agarré a la misma vez con ambas manos, uno de mis pezones y mi clítoris por encima del bikini con mis dedos índice y corazón... Los apretaba tanto que tuve que abrir la boca ahogando un grito... Abrí las piernas alrededor de la tumbona, completamente expuesta y en esas me corrí... Mi vagina se contrajo, mis tetas se endurecieron y sentí como mi cuerpo se desquebrajaba por el placer.... Suspiré, dejé salir todo lo que llevaba dentro. La tensión de los días de incertidumbre, la falta de sexo... todo. Y abrí los ojos...
    
    Allí estaba él. Alto, moreno, con una barba ya canosa, ojos negros, penetrantes, media sonrisa burlona, fornido, con una cerveza en la mano. Disfrutó del espectáculo... Nuestras miradas se cruzaron y me sentí desnuda. Veía como pasaba sus ojos desde mis piernas hasta los mis ojos. Me quedé paralizada. Algo dentro de mi quería huir... Pero esa mirada, esa boca, esa sonrisa...
    
    Me coloqué el bikini, como una niña que juega en la arena... subí las piernas a la tumbona. Lo miré, estaba diciendo algo... "Z…o...r...r...a". Y así, cerré los ojos y caí en el sueño más placentero que recuerdo en mi vida...
    
    Continuará, si os ha gustado... 
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