1. La revancha (04): Empieza el espectáculo


    Fecha: 13/12/2021, Categorías: Dominación / BDSM Autor: kimbocat, Fuente: CuentoRelatos

    ... dejar de ser mía… Y nunca dejarás de serlo.
    
    Salimos de la ducha, Nuria ya ha preparado el desayuno. Hoy no comerás tu pienso, hoy te dejaremos compartir estos bollos recién horneados, con un buen tazón de chocolate. Te decimos que pongas las manos a la espalda, lo haces y abres la boca, te acerco el primero de los bollos, lo buscas con tu boca, con tu lengua, gotea algo de chocolate sobre tu pecho, y también se te ensucia un poco la cara. Ahora es Nuria quien juega contigo, te hace el avión, tú vas girando la cara, intentando acertar su mano, ensucias tu nariz, antes de poderlo coger, nosotros también vamos comiendo, con tu lengua busca un nuevo bollo, que voy entrando y sacando de tu boca, no la cierras, este juego cada vez te calienta más, y mucho más, cuando me agacho y empiezo a limpiar con mi lengua, el chocolate que hay en tus pechos, en tu vientre. Cierras los ojos, mientras unos dedos acarician tu vulva, te sonrojas un poco, es tu hija quien está tocándote, pero hoy y aquí, solo eres una yegua obediente y dócil, que merece ser premiada por su dueña.
    
    Mi boca llena del chocolate de tus pechos, te besa, no puedes mover los brazos, te lo hemos prohibido, pero con tu cara relames mis labios, con tu lengua comes de la mía, mientras marrana y cachonda mojas la mano de Nuria, que sonríe satisfecha cuando ve cómo te corres entre sus dedos. Tras desayunar, te sacamos al patio, nos has pedido que sigamos con tu adiestramiento, quieres ganar, por ti, por nosotros, para ...
    ... convertir la plata de tu herradura en oro. Te pongo el yugo en tus hombros, te doblas un poco, pero respirando hondo, vuelves a la zona de piedras a caminar, es lo que llevas peor, y quieres mejorar, gritas “azotadme”, al instante lo oyes silbar en el aire, y enroscarse en tu cintura, chillas, pero sigues andando, sigues endureciéndote, sigues siendo la esclava que todo dueño desearía tener.
    
    Empieza ya la semana de la revancha, cada día que acaba, es un giro más a este nudo que crece en tu estómago, es un temblor constante de tus nervios, es recibir todo tipo de castigos por rebotarte y protestar por cualquier cosa.
    
    El miércoles, entregas la última carta, el jueves te has cogido fiesta, tus compañeros se despiden hasta el lunes, en la calle ves nuestro coche. Entras, y me pides una última carrera en nuestro bosque, lo dos sabemos que no lo necesitas, que todo lo que tenías que fortalecerte ya lo has hecho, pero te dejo que desnuda, corras y te desfogues durante media hora entre piedras y zarzas. Vuelves jadeando, con tus pechos moviéndose al compás de tu respiración y tus nervios. Entras en el coche y volvemos a casa, Nuria te espera con los correajes y el látigo para la subida final a la azotea, mientras te atamos, piensas en aquel primer día, en que probamos si todavía merecías ser una yegua, y orgullosa y satisfecha te lanzas hacia arriba, Nuria tensa tus correas, pero no desfalleces, sigues luchando escalón a escalón, orgullosa y sumisa, altiva y valiente, tus patas ...
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