1. En mi imaginación


    Fecha: 06/12/2021, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... sus dedos jugueteaba con mis pezones. No pude soportarlo más y solté un par de gemidos. Luego llevó su boca a una de mis orejas, chupó y mordió el lóbulo y otra vez no pude evitar soltar un par de gemidos suaves, no podíamos hacer mucho ruido en ese lugar.
    
    Moría de ganas de comérmelo allí abajo, pero él me mantenía presa con sus brazos contra su escritorio. Metió una de sus manos debajo de mi falda y comenzó a frotar suavemente la zona de mi clítoris por encima de mi ropa interior. Tuve que morder mis labios para no seguir gimiendo, aún así mi respiración estaba muy agitada, luego metió su mano ya por dentro de mi tanga negra de encaje y me dio un riquísimo masaje en la zona de forma más directa.
    
    -Mira cómo te mojas toda, perra. -Dijo y me dio dos nalgadas fuertes.
    
    -Es que me calientas tanto... hace rato te tengo ganas y hace rato que me imagino haciendo estas cosas contigo. -Le respondí y me di vuelta para quitarme la falda y quedar completamente desnuda delante de él. Me senté con las piernas abiertas en el escritorio y comencé a masturbarme delante de él. -Así es como hago yo cuando estoy sola en casa y pienso en tí y en todo lo que quiero que hagamos.
    
    Él comenzó a acercarse a mi vulva con su boca, besó y lamió todo y se tomó su tiempo en cada rincón; y luego puso especial atención en mi clítoris. La humedad, calor y cierta presión de su lengua contra mi órgano del placer de esa forma tan constante hicieron que estalle en un placentero orgasmo.
    
    Me paré ...
    ... rápido, bajé sus pantalones y me arrodillé. Dios mío, estaba durísimo eso y lo quería dentro de mí YA MISMO. Antes de metérmelo en la boca comencé a refregarlo por toda mi cara y mis pezones y presté algo más de atención en el riquísimo roce de su pene erectísimo contra estos. Tranquilamente podría volver a tener otro orgasmo sólo con frotar su glande contra mis pezones.
    
    Escupí bastante saliva por encima, desde el orificio de la uretra hacia abajo para humedecerlo antes de hacerle una paja mientras lamía y chupaba sus testículos. Él volvió a gemir y me dijo que no pare, pero entonces llevé su pene a mi boca. Primero hasta mi garganta y luego me concentré más en su glande y comencé a darle placer con mi lengua mientras apretaba la base y combinaba distintos movimientos con mis manos como si estuviese retorciendo algo pero sin hacerle daño. Sentía pequeños espasmos de su parte y me dijo que ya no aguantaba más y que iba a explotar. Entonces me detuve y le acerqué un condón que él ya había puesto a mano para ponérselo, una vez lo hizo me penetró la vagina desde atrás mientras yo me recargaba contra el escritorio. Primero suave y lento hasta aumentar cada vez más la velocidad y la fuerza. Mientras él desde donde estaba estimulaba el clítoris con su mano yo comencé a juguetear con su verga apretando y relajando mi vagina a voluntad, eso hizo que suelte un gemido algo más fuerte y luego muerda mi hombro para no seguir haciendo más ruido. No daba más y volví a correrme, esta vez casi ...