1. La madrina degenerada (Parte 2)


    Fecha: 29/10/2021, Categorías: Confesiones Autor: Clarivel, Fuente: CuentoRelatos

    ... jardín y cortamos el pasto. Cuando él se agachaba recoger la hierba y alcanzarme casi le ponía mi entrepierna en la cara. Ese día note su rostro colorado e incluso que podía estar teniendo una erección. Al terminar se encerró en el baño creo que corrió a masturbarse. Que ganas de entrar de sorpresa como decía Edgardo, pero no orinar y si no tragarme toda esa leche abundante y calentita. Pero bueno si para él no era fácil, tampoco para mi lo fue.
    
    En sus rutinas observamos que temprano antes de levantarse habitualmente se dirigía a orinar. Se sentía desde mi cuarto el chorro fuerte en el water.
    
    -Ese gurisito por la fuerza del chorro debe tener una tranca como de 30 centímetros y debe ser gruesa... decía mi esposo maliciosamente sabiendo el efecto que eso tenía en mi.
    
    Una mañana después de él cerrar la puerta del baño, me fui a la cocina solamente con ropa interior abajo y los senos de afuera.
    
    Al salir hice que nos cruzáramos antes de llegar a su cuarto.
    
    -Aaay disculpa Jorge, me olvido que tu estas en casa y salgo así... le dije y sus ojitos brillaban mirándome de arriba, abajo.
    
    Solo esbozo un gesto, y quedando sin gracia dijo.
    
    -Paah... no pasa nada madrina, disculpa.
    
    En cuanto entro al cuarto y le cuento a Edgardo, recibí su descarga de semen por detrás y sin ninguna crema, en seco. Más tarde me ardía. Diciéndome
    
    -Vamos acostumbrarlo a él también recibir semen por si aparece otro intruso y este desentrenado.
    
    Aunque los dos preferimos hacerlo más ...
    ... por la vagina, a veces variar no está mal.
    
    Esto que cuento solamente un chico tímido y rural se aguanta si fuera otro creo me hubiera metido mano y pija antes. Y solo logre consumar lo deseado, estando sola y el guacho tomando varias cervezas. Igualmente tome la iniciativa de al principio tocarlo y manosearlo y solo a lo último bajar mis manos a sus zonas privadas. Ahí si constate la dureza que venía imaginando a casi un mes.
    
    Mi calentura, sus ganas y los tres días combinados con mi marido que tuvimos solos hicieron el resto. La primera vez como ya conté, acabo abundantemente en la vagina y chorreaba en mi espalda. Ese día tenía ganas de llevarlo a mi cama, pero después de lo agotado que estaba se dirigió al suyo y no quise insistir. Ese sábado me levante tarde, no me duche. Se levantó enseguida y conversamos normalmente como si nada hubiera pasado.
    
    No quería esperar la noche y aprovechando que mis niñas jugaban afuera le ofrecí nuevamente cerveza para espantar el calor era la excusa. Inconscientemente era romper el hielo y quizás desde las cervezas retomar lo de la noche anterior.
    
    Tomamos solamente dos. Incluso la compartimos, antes era cada uno con la suya. A continuación yo al menos solamente tome abundante semen más suave y también menos espeso que el de mi marido. Era rico, rico parecía con sabor a fruta.
    
    Antes tuve el cuidado de cerrar la puerta y que las niñas no entraran de improviso, Lorena ya tenía once años y boba no es. Después de empezar sabía que la ...