1. La madrina degenerada (Parte 2)


    Fecha: 29/10/2021, Categorías: Confesiones Autor: Clarivel, Fuente: CuentoRelatos

    En el anterior relato conté detalles de mi esfuerzo de tratar que mi ahijado se acostará conmigo en complicidad con mi marido. Sin dudas fue una experiencia de las más excitantes de mi vida hasta ahora. Me sentía alborotada y de noche sobraba para Edgardo. Mientras escribo esto y acordarme me deja toda empapada. Por lo general las mujeres somos presa de los hombres y en este caso para mi inédito fui la cazadora y estaba al acecho todo el día es algo rico e indescriptible. Mi marido antes de cepillarme me preguntaba detalles morbosos del día y claro si ya el se había clavado a la madrina. Hablarle de eso lo dejaba pegando fuego y su pene era una piedra. A lo que muchas veces cuando hacíamos el amor y estando encima, paraba de moverme y que él no eyaculara tan pronto y tener que masturbarme.
    
    Como las normas morales son injustas, pensaba, habiendo una mujer que tenía muchas ganas todavía y un hombrecito cargado de semen en el cuarto al lado a unos pasos, eso no era posible. Al menos por ahora. Jajaja.
    
    Sus preguntas morbosas eran varias e insistentes:
    
    -Cuando llego del instituto se ducho?
    
    No te pidió que le llevaras la toalla?
    
    -No, no él tiene toalla, trajo de su casa... le contestaba riéndome y pícaramente.
    
    -Bueno mañana, cuando se esté bañando entras casi corriendo y distraídamente a orinar o preguntar si precisa algo. Decile que no aguantas más...
    
    -Estás loco, no me animo.
    
    Confieso que soy un poco torpe en conocer la cabeza de los hombres y saber que ...
    ... cosas los deja perturbadamente excitados.
    
    Suyas fueron algunas sugerencias de como llamar la atención y calentar un machito joven y lleno de ganas y energía
    
    Me acompaño a una tienda donde compramos dos short femeninos color blanco y ropa interior negra. Un bikini en crochet rosa.
    
    Mi aporte a ese juego morboso fue darme cuenta de la falta de mi ropa interior lógicamente muy mojadas.
    
    -En serio? Te las saco? -preguntaba mi marido incrédulo.
    
    -Yo creo que si, el viernes cuando llegue del gimnasio, me cambie y salí, al volver no encontré la bombacha. Pensé que alguna de las niñas hubiera puesto con la ropa a lavar. Después estaba atrás de la puerta. Ayer otra vez pasó lo mismo. Además tengo que cambiarme durante el día porque es impresionante como la de abajo se anda lubricando últimamente sabes.
    
    Sentía la necesidad que orinar varias veces al día, debe ser por la calentura que llevaba encima.
    
    Otra idea era a la noche invitarlo mirar alguna película picante que ya la hubiéramos visto. Y yo sentarme casi al lado de Jorge abriendo las piernas disimuladamente. El estado de mi vulva y sus jugos, sin dudas el aroma invadían el ambiente todo. Según mi cómplice en esto, el que estaba casi a tres metros y lo percibía.
    
    Los días más calurosos no usaba ropa interior por debajo del short, y trataba de estirar los vellos púbicos que aparecieran entre las partes oscuras de la entrepierna. Nunca me los saco, eso mi marido le encanta.
    
    Así limpiamos un día junto al guacho el ...
«123»