1. La mamá de mi amigo Osvaldo


    Fecha: 28/10/2021, Categorías: Sexo con Maduras Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos

    ... oreja cuando ella volteó y al verme regresó en sí.
    
    M: ¡Que carajos!!! Suéltame!
    
    Ella me aventó y trato de taparse con una toalla, aunque alzo la vos, el ruido de la música impedía que la escucharan, yo no dije nada y la miraba con deseo, ella me pedía saliera de su cuarto, pero en lugar de eso nuevamente me lancea ella.
    
    La trataba de besar, le agarraba las nalgas, las piernas, al tumbe en la cama y como yo era más fuerte logre separarle las manos y empecé a ponerle mi cara en sus tetas, ella me decía que no que parara, pero yo solo continuaba con mi acto.
    
    Le besaba el cuello y lo que podía de su boca, le arrimaba mi verga erecta en su vagina, ella pataleaba, parecía una violación, pero no me importaba quería probar a la señora Mariana.
    
    Con gran fuerza la despojé de su cachetero y puse mi cara en su vagina, ella trataba de repelerme, pero no podía, comencé a oler y besar su parte intima, ella jadeaba y gemía entre desesperación y entre que no quería y le empezaba a gustar poco a poco fue cediendo a mis caricias.
    
    M: ¡Basta! ¡Allá afuera están todos!
    
    J: ¡No me importa!! ¡Que rica vagina tienes, uhm!
    
    M: ¡Eres amigo de mi hijo, te conozco desde niño, ya déjalo así, no le diré a nadie!
    
    J: ¡Entonces con más confianza la hare mía!
    
    Empecé a mamarle su burrito con todo, no me importaba que estuviera peluda, tragaba sus fluidos mientras mis manos apretaban sus duras tetas, Mariana solo gemía y respiraba agitadamente, le besaba los muslos, comencé a ...
    ... introducirle un par de dedos en su concha, dedos que apretaban y estimulaban su clítoris, poco a poco Mariana fue cediendo más, hasta que comenzó a disfrutar lo que yo le hacía.
    
    M: ¡Oh!!! ¡Uhm!! ¡Ah!!
    
    J: ¡Que rica!!!
    
    Ella se retorcía como loca, la puerta estaba vierta así que cualquiera nos podía ver, pero ellos continuaban ensayando y no había nadie más en casa, así que después de mamarle su concha, me baje el pantalón y la trusa, mi verga estaba erecta, ella la vio con asombro, al parecer jamás había visto una tan grande.
    
    Le abrí las piernas y las alcé un poco, lentamente empecé a introducirle mi verga primero la cabecita y luego toda le entraba despacio.
    
    Mariana gemía y tenía una cara de satisfacción enrome, yo sudaba de nervios, no podía creer que me estuviera dando a la mama de Osvaldo, esa señora a al cual le había dedicado infinidad de manuelas, ahora estaba gimiendo por tenerme dentro de ella.
    
    J: ¡Ah, sí, que rico aprieta!
    
    M: ¡Es grande, ah, uhm!!
    
    Ella gemía y continuaba con los ojos cerrados, su vagina apretaba fenomenal, parecía nuevecita, estaba claro que no la atendían bien, nos besábamos de lengua incluida, le quite su blus ay comencé a devorar sus tetas, ahora en misionero me empujaba ms y más fuerte, la cama rechinaba, pero nadie me detendría.
    
    La acosté de ladito y disfruté de sus curvas, levante una de sus piernas para penétrala mejor, nos besábamos y yo disfrutaba de la madre de mi amigo.
    
    M: ¡Que rico, ah!!
    
    J: ¡Soñaba con esto!
    
    M: ...