1. La mamá de mi amigo Osvaldo


    Fecha: 28/10/2021, Categorías: Sexo con Maduras Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos

    Mi nombre es Jonathan, soy amigo de Luis y Lety y me uniré a este perfil para contarles mis historias sexuales, las cuales espero sean de su agrado.
    
    Me describiré un poco, tengo 34 años, soy viudo desafortunadamente, soy bisexual y me gusta fumar de la verde, trabaje en un circo y honestamente creo que soy lo que los padres no quieren que sean sus hijos, siendo un poco “humilde” tengo un buen físico, hago yoga y soy corredor, tengo ojos azules y piel canela, una combinación que me ha hecho tener muchas y muchos amantes y soy dotado, tal vez entre 19 a 21 cm bien firme y también gruesa de unos 14 cm de circunferencia, eso es lo que me ha ayudado en ocasiones a sobrevivir en la vida, aunque no lo crean.
    
    Comenzaré contándoles una historia de cuando yo tenía 20 años, en ese entonces pertenecía a una banda de jóvenes que tocábamos en donde nos dejaran, estaba Gil el baterista gordito, Susy la corista y sabrosa de la banda, Tulio el que cataba y tocaba el bajo y mi amigo Osvaldo el tocaba la guitarra, yo no sé qué hacía ahí si no tocaba nada, tal vez por mi forma de conseguir los lugares de tocar, o porque les ayudaba a conectar y cargar los instrumentos, pero el chiste es que a donde iban yo estaba, lo que más me gustaba de estar con ellos era el jueves de ensayo en la casa de mi amigo Osvaldo.
    
    Éramos amigos desde la secundaria y ahora el un estudiante aplicado y de buen talento en la guitarra y yo un bueno para nada, más que para dar maromas y fumar de la verde, lo ...
    ... que más me gustaba de mi amigo Osvaldo era su madre, la señora Mariana, una mujer blanca, ojos café oscuros, tetas medianas, hermosas piernas y tarsero grande, si una verdadera sabrosura que todos los jueves disfrutaba el ver como llegaba y se cambiaba mostrándome sus deliciosas carnes, aunque ella no se daba cuenta que la veía, ya que como algunas mujeres trabajadoras, llegan a seguir trabajando en la casa.
    
    Yo le tenía muchísimas ganas, su trasero, sus piernas, todo me enloquecía de esa señora, me masturbé muchísimas ocasiones pensando en su delicioso cuerpo e imaginaba escenas de lo más candentes donde ella era la protagonista.
    
    Un jueves Mariana llego una hora más tarde de lo que acostumbraba, al entrar sus chapetas rojas delataban un poco de alcohol en su cuerpo combinado con un muy mal día, yo también estaba un poco pasado y contento, así que en cuanto la vi con su vestido azul y sus medias color negro, no dude en entrar a la casa a observar un poco mejor.
    
    Tarde un poco en encontrar su habitación hasta que finalmente di con ella, la puerta entre abierta y dentro estaba la mama de Osvaldo, en un cachetero negro de encaje y una blusa rosa entallada, ¡que rica se veía! Sus nalgas blancas y grandes y sus piernas, lentamente abrí la puerta y la abracé por atrás.
    
    Ella no hizo nada, mi verga estaba súper dura y la coloque en medio de sus ricas nalgas, acaricié sus muslos y sus duras nalgas y luego bese su cuello que olía fenomenal, estaba dándole pequeños besos en su ...
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