1. Enfermo amor


    Fecha: 21/10/2021, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... allá de tocarte por encima de la ropa. Hoy, mi amor. Te dejare claro que eres mía.
    
    Se desabrocho el pantalón y saco tu pene. Lo mire asombrada y apenada. Sentí mi vagina palpitar y empezar a producir sus jugos. Me mordí el labio y me lleve ambas manos a la entrepierna.
    
    Luego de quitarse la ropa. Camino hasta mí y me quito la mía. Me quito la blusa y vio mis tetas; las acaricio y presiono mis pezones. Me quito el pantalón; paso sus manos por cada parte de mis piernas y beso las plantas de mis pies. Me quito las bragas, y las olio antes de hundir levemente el dedo a mi vagina. Gemí encantada.
    
    Él se puso abajo, yo arriba. El me chupaba el coño, yo le mamaba la verga. Me volvía loca sentir como su lengua se metía en mi entrada y la movía dentro. A el parecía encarte como lo succionaba y le lamia las bolas.
    
    Luego de unos minutos, él se levantó y se sentó en la esquina de la cama. Me jalo hasta el, me hinque con las rodillas en la cama frente a él, me saque el bra y viéndonos a los ojos me fue bajando hasta por fin estar con todo su miembro dentro de mí. Empecé a brincar, gritando que lo amaba y que amaba todo eso. El chupaba y lamia mis tetas como un bebé intentando tomar leche. Me golpeaba el culo repetidas veces, murmurándome “Niña mala”, “Te portaste mal”, “Desobediente”, entre otras.
    
    Por fin, él me puso en cuatro y se colocó sobre mí, penetrándome por el culo sin piedad. Yo gemía como perra en celo. El mientras respiraba con fuerza mi cabello y besaba mi ...
    ... espalda.
    
    Sus manos acariciando mis caderas me volvían loca. El entendía mi estímulo y lo hacía, acercando sus manos a mi vagina de nuevo y, a veces, apretando mis tetas con fuerza.
    
    Luego de casi diez minutos en total. Salio de mi interior, me pidió que me hincara frente a él. Le hice caso y me pidió que pusiera mi mejor cara de niña inocente. Lo hice, y él se masturbo a gran velocidad hasta eyacular sobre mis tetas, abdomen y cara. Recogí con mi lengua una gran porción que se deslizaba de manera provocativa entre mis pechos. La probé, sacando mi lengua y haciendo alusión de mi habilidad para chupar.
    
    —Mmm, tu leche es excelente, Aarón.
    
    El rio y cayo rendido sobre la cama, me limpie el resto del semen recogiéndolo con varios dedos y chupándolos. El me daba nalgadas desde lugar, diciendo entre risas que no lo tentara porque lo estaba excitando. Cuando termine, me acosté junto a él. Me abrazó por la cintura y nos volvimos a besar.
    
    —Soñaba con hacerte gritar mi nombre desde que hacías la cena para todos y te inclinabas en busca de las especias, mostrándome tu culo sin darte cuenta— me conto. Yo reí algo apenada —. O, cuando me ayudabas con la tarea. Te inclinabas y tu escote me dejaba verte los senos. Y esas veces, cuando te burlabas llevándome a la cama y acostándote a mi lado.
    
    —Vaya, debiste haberte tocado mucho en esos tiempos.
    
    —Je, sí. Y una vez, te dormiste en la sala y mis hermanos veían la tele en su cuarto. Yo me acerque a ti y te toque mientras dormías. Te ...