1. Betty la nalgona


    Fecha: 16/10/2021, Categorías: Hetero Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos

    ... unos 10 minutos, el placer que me dio hizo que me olvidara que me podían ver, ¡en ese momento solo quería montar a esa hembra!
    
    L: ¡Ven mamacita, ponte aquí!
    
    B: ¡Luis, nos van a ver!
    
    L: ¡No me importa, déjame levantarte tu falda!
    
    L: ¡Eres un cabron!
    
    ¡La recline sobre mi escritorio y levante su falda hasta la cadera, haciéndole a un lado su tanga empecé a penetrarla, mi verga entraba poco a poco mientras mordía sus hombros!
    
    B: ¡Que rico!
    
    L: ¿A eso viniste verdad?
    
    B: ¡Si, quería tenerte dentro!
    
    L: ¡Jajá, uf, que rico mami!
    
    Empecé a moverme fuerte, mis penetradas eran fuertes que ella se aguantaba las ganas de gritar, yo no cerré la puerta, sabía que nos podían ver, pero eso me excitaba más, le apretaba los pechos y jugaba sus pezones, ¡le mordía el cuello y le daba de nalgadas!
    
    B: ¡Así bebe, así!
    
    L: ¡Betty, que ricas nalgas!
    
    B: ¿Mejor que las de Lety?
    
    L: ¡Uf, ahí se van jajá!
    
    En una maniobra extrema la puse en cuatro arriba del escritorio y yo subí detrás de ella para darle de perrito, ver su enorme trasero me la ponía más dura, apenas si cabíamos en el escritorio, ¡pero ahí estaba dándole de perrito y de nalgadas!
    
    L: ¡Betty, mamacita, que rico!
    
    B: ¡Agh, uf, ah, dios!
    
    L: ¡Toma, recibe mi verga!
    
    B: ¡Si, que rico, uf!
    
    Ella se agarraba de la computadora y mi silla para no caerse, yo me agarraba de la barda y le empujaba toda mi tranca.
    
    ¡Estuve dándole así unos minutos más, ella se aguantaba las ganas de gritar el ...
    ... escritorio empezaba a hacer ruido, eso generaría que subiera el vigilante, pero en vez de parar más le daba a Betty!
    
    B: ¡Luis que rico, así, así!
    
    L: ¡Betty, dios, eres un majar!
    
    B: ¡Bebe, cógeme, cógeme!
    
    L: ¡Si mi amor, lo que digas!
    
    Decidí que lo mejor era sentarme y ponerla a brincar en mí, incline mi silla un poco y la puse, a que se diera sus sentones, ella como experta empezó a brincar sobre mi verga, ¡le tome la cintura y acompañe sus sentones!
    
    El rico cuerpo que tenía, al verlo todo sudado me puso más duro, ¡así nena! ¡Le dije mientras la apretaba para que mi verga entraba enterita en sus entrañas!
    
    B: ¡Luis, que rico, dios mío!
    
    L: ¡No grites, nos escucharan!
    
    B: Eso trato, pero esto es riquísimo!
    
    Ella movía delicioso sus nalgas, veía como devoraba mi verga, ruidos se escuchaban afuera, pero yo solo quería seguir penetrándola.
    
    Se volteo de frente, acomodándose para cabalgarme rico, empezó con sus movimientos en lo que yo me comía sus pezones y su cuello.
    
    ¡Cabalgaba muy rico, se apoyaba del respaldo de la silla para moverse rico, sus nalgas eran apretadas por mis manos y sus tetas ya eran de mi boca!
    
    B: ¡Así Luis, dios, que rico!
    
    L: ¡Betty, eres fabulosa!
    
    B: ¡Uf, que rico, me matas cariño!
    
    L: ¡Muévete nena, me gusta como lo haces!
    
    ¡Ambos nos movíamos riquísimo, la oficina comenzó a oler a nuestros sexos, eso no impedía que siguiéramos cogiendo rico en mi silla!
    
    ¡En el éxtasis de la movida, ella recibió la llamada de su novio ...