1. Rose Mary (Capítulo 2)


    Fecha: 13/10/2021, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Peralta, Fuente: CuentoRelatos

    ... humillaba más todavía.
    
    Con la mano izquierda le acariciaba el pezón de la teta izquierda, y con la derecha le acariciaba el culo y la concha, esta vez ya la ponía en la posición que yo quería para tocarla mejor. Poco a poco su conchita se fue humedeciendo, y yo alternaba entre estimulaciones en el clítoris y meterle un dedo cada tanto; cada vez estaba más excitada y, como a la mañana, sus chupadas eran cada vez más intensas. Procedí a lo mismo, le pasé una pierna por encima de mi cara y la puse en posición con la conchita enfrente de mí. Empecé a devorársela y ella me devolvía el trabajo con las mismas ganas. Al igual que a la mañana, ella se estaba moviendo indicando que estaba por llegar al orgasmo, pero en ese momento decidí cambiar el juego, entonces dejé de chupársela y la moví de encima para poder incorporarme.
    
    Ella se quedó sin entender, frustrada por el orgasmo que no llegó todavía y le dije “Acostate”. Ella se acostó enfrente mío con la espalda sobre la alfombra y los ojos cerrados, automáticamente se abrió de piernas para que yo continúe mi trabajo oral. Ella me acariciaba la cabeza mientras le lamía el clítoris y otra vez frené para ir subiendo hasta que quedé con mi cara encima de la de ella entre sus dos piernas. Agarré mi pija le apunté y se la metí suavemente hasta que le quedó toda adentro. Al metérsela ella dio un pequeño respingo de placer que se le notaba en la cara totalmente entregada al sexo, aproveché para besarla metiéndole la lengua lo más ...
    ... hondo que pude, ella no fue muy receptora y trató de apartar la cara.
    
    Empecé a moverme lentamente y fui aumentando el ritmo mientras le chupaba los pezones. Ella cruzaba sus piernas por encima de mi cuerpo clavando los talones en mi cintura. Ya me la estaba cogiendo como a una puta, pero los dos ya estábamos demasiado excitados y ella no tardó en llegar al orgasmo. Estaba totalmente desesperada y me agarró con las dos manos de la cintura moviéndome e indicándome que aumente la velocidad para disfrutar más, yo tampoco me pude aguantar y empecé a eyacular al mismo tiempo. Los dos explotando de placer, aproveché para besarla profundamente otra vez, ahora ella no se apartó y desesperada me metió la lengua en la garganta correspondiéndome. Poco a poco nos fuimos apagando y nuestros cuerpos se fueron relajando, ella se quedó con los ojos cerrados extenuada de tanto placer, mientras que nuestros cuerpos eran una mezcla de sudor, flujos vaginales y semen (por suerte no la dejé embarazada).
    
    Me levanté despacio, ella se quedó acostada con los ojos cerrados, como no queriendo ver quien era el macho que la había hecho enloquecer de placer. La chica de familia, recatada, religiosa, que nunca haría algo fuera de lugar, estaba tirada en la sala de su casa desnuda, con la concha llena de leche, extenuada por el potente orgasmo que le había hecho sentir un viejo panzón y morocho como yo. Como me gustaba la imagen.
    
    Antes de irme quise humillarla un poco, así que le acaricié un muslo y le ...