1. Desembarco en la playa del lavachochos


    Fecha: 09/10/2021, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Havelass, Fuente: CuentoRelatos

    ... pregunté; "Duermen", respondió; "¿Tan pronto?", pregunté; "Les di unas pastillas", susurró cómplice. Entendí entonces que Mario se proponía hacer algo conmigo que nunca antes me había propuesto, y que nada tenía que ver con la poesía, o sí. "Ven a mi cuarto, María, te voy a enseñar..."; "La polla", interrumpí; "Sí", admitió Mario.
    
    Entramos a su cuarto y nos metimos vestidos en la cama, bajo las mantas. Bueno, yo me había quitado el abrigo y un jersey, pero, sí, iba vestida; Mario bajo la bata no llevaba nada. Esto último quedó claro cuando metí una mano en su entrepierna para calentarme. "Mario, tu polla", dije, "qué dura está". Empecé a bajar y subir el pellejo, acaricié el glande con la palma de la mano; Mario soltó un resuello. Después Mario se incorporó, se quitó la bata y buceó bajo los cobertores. Sentí cómo desabrochaba mi falda, cómo me sacaba las braguitas por los pies, y note la humedad de su boca en mi coño. "O-ohh, Mario", gemí. Un dedo me penetraba mientras su lengua acariciaba arriba y abajo, a derecha e izquierda. Mario me estaba masturbando y lo hacía requetebién. "Mario, a-ahh, Mario", gemía yo más fuerte, mi corazón latiendo fuerte, mi respiración casi ahogada "Aaahhh, ¡o-oh!", me corrí. Entonces, Mario subió sobre mí y me metió la polla dura hasta el fondo. Yo me convulsionaba de placer, ya iba a correrme otra vez, me corrí otra vez. Mario tiró de mi sudadera hasta sacármela por la cabeza; quería ver mis tetas mientras se corría, mis tetas que se ...
    ... bamboleaban y vibraban como locas ante cada uno de sus empujes, que cada vez eran más violentos, más continuos, más... "Más, Mario, más"; "Ohh, ohh, ¡oughh!": Mario eyaculó.
    
    Pero, vuelvo a aquel día del cine en que todavía Mario y yo éramos novios: esa noche fue la última en que se la chupé. Un día de ese verano pasó algo que cambió mi vida para siempre. Mario y yo habíamos ido a la playa del Lavachochos a refrescarnos y a tomar el sol, cuando una embarcación atestada de inmigrantes apareció de improviso en paralelo a la costa y embarrancó en un roqueo cercano. Sus ocupantes saltaron al agua como empujados por un resorte; llegaron a la orilla. Mario, de inmediato, echó mano a su mochila y sacó una pistola, que disparó varias veces al aire. Los inmigrantes, asustados, volvieron al mar, algunos, otros siguieron a la carrera. "¡Mario!", exclamé, "¡para!"; "Es mi trabajo, monina", me dijo. Yo me interpuse entre él y los inmigrantes. "¡Quítate!", gritó Mario. Sonó un disparo proveniente de otro lugar, y caí sobre la arena.
    
    Hay noches en que sueño con ese día, y despierto sobresaltada. Me dijeron que me hirieron, que fue una bala perdida, que uno de los africanos me auxilió al instante y que a éste fue al primero que detuvieron en cuanto quedé estabilizada. Ay, doctor Ahmed, le debo la vida.
    
    "Ay, doctor Ahmed, tóqueme el pecho, noto algo... como..."; "Querida, ya está bien de la broma"; "Ay, doctor Ahmed, pues ya me he desnudado..."
    
    Hago el amor cada día con Ahmed. Su ...