1. Tuve frío esa mañana hasta que él regresó


    Fecha: 08/10/2021, Categorías: Erotismo y Amor Autor: profelocutor, Fuente: CuentoRelatos

    ... entrar con confianza. Creo sobre manera que logró con esas caricias mi momento preferido.
    
    -Aaaahh! -Gemía yo calentándome cada vez más.
    
    Deseaba que me penetrara, al menos con sus dedos, quería que me cogiera, con su lengua, con sus dedos o si no, definitivamente con su miembro; en verdad les confieso era lo que más deseaba sentir.
    
    Me excité grandemente ver su cara estar entre mis piernas, Me hacía gemir y elevar mi cintura hacia el cielo como pidiendo que se la tragara, que se comiera mi sexo por tanto placer al chupar mi vagina de esa forma.
    
    Adoro que jugara con mi clítoris cuando con sus labios lo atrapó de repente y lo presionó un poco; eso me enloqueció.
    
    Quise que se perpetuara el tiempo y que él degustara mis sabores y la miel que le ofrecía mi sexo y que me hiciera gozar todo un mundo con sus labios allí posados. Me hizo tocar el cielo tantas veces sólo con tus labios; mi cuerpo se agitaba toda desesperada.
    
    -Penétrame toda cariño! Méteme tu pene! -Le susurré en voz baja al momento que casi explotaba de tanta pasión.
    
    Pero él, castigándome y torturándome un poco dilataba el momento y se hacía esperar. Así que nuevamente le susurré con voz ahogada:
    
    -¡Penétrame hasta el alma amor mío con tu miembro todo erecto. ¡Quiero sentirlo abrirse paso dentro de mí. Hazme sólo tuya cariño! -Le dije al momento que un susurro y quejido brotó de mi boca:- Aaaahh!
    
    Levanté la cara y miré hacia abajo y pude ver su glande, aquella hermosa lanza casi roja por la ...
    ... erección la cual tomó con su mano y comenzó a realizarme caricias con su punta. Aquella cabeza de su viril miembro me la hacía rozar suavemente allí, justo donde me encanta; sobre mi clítoris. Aceleró ese movimiento repetidamente sobre él y de repente lo introdujo rápidamente en mi sexo todo húmedo por demás.
    
    -Ooohhh! -Alcancé a gritar casi como loca al tiempo que movía mi cintura como loca.
    
    Añoraba sentir ese vaivén de sus caderas, de su cintura, aquella parte de su cuerpo especialista en movimiento de pelvis, movimientos acompasados que pude apreciar; afuera y adentro, adelante y hacia atrás, al principio lento, suave y muy despacio. Seguidamente, aceleró sus movimientos; más fuerte y rápido hasta que ya no pudo más.
    
    -Sigue cogiéndome asiii! Amor, penétrame, mételo así! ¡Me gusta esa firmeza con la que me coges! -Le pedía con voz excitada sabiendo que ya estaba por acabar.
    
    Yo con mis manos lo tomé de sus nalgas, luego de su cintura y lo apretaba hacia mí queriendo más y más.
    
    Finalmente, ya cansados por tanto vaivén, sentía que me ahogaba, el aliento me faltaba y casi al final cuando me venía. Le dije casi sin aliento:
    
    -dame toda tu miel! deposítala dentro de mi panal! dámela toda!
    
    Era claro que ese momento lo había anhelado desde hace una semana atrás cuando él se despidió.
    
    Sentí como un torrente de calor inundaba mi cavidad vaginal y a la vez un líquido caliente recorriendo mi entre pierna el cual huía hacia mi orificio anal. Esa sensación me gustaba. ...