Una noche sin restricciones - Relatos Eróticos

Una noche sin restricciones

Nos juntamos con mis amigos en mi casa, contando conmigo habían tres mujeres y tres hombres en total, jugamos play, tomamos vodka y nos reímos mucho, tomamos distintos tragos, desde cerveza hasta pisco todos estábamos solteros pero no existía ninguna tensión sexual, ya que, somos amigos de toda la vida, nunca pensé en ellos de otra forma hasta aquel día. Casi todos mis amigos se fueron a sus casas entrada la madrugada, solo mi amiga cata y mi amigo Max se quedaron, iban a quedarse a dormir esa noche.

Acomodamos a Max en una pieza solo, mientras que con cata nos fuimos a dormir, me puse pijama corto, un short y camiseta con tirantes de seda muy holgado ya que me gusta dormir cómoda y como tengo pechos grandes y redondos se veían muy apetitosos.

Nos acostamos con Cata, le di la espalda y le susurre buenas noches, ella me abrazo por atrás, y poco a poco comenzó a acariciar mi cintura, no le di importancia, es una amiga muy cariñosa siempre me abraza, pero sus caricias comenzaron a moverse en dirección de mi entrepierna, bajo lentamente hasta tocar mi vagina depilada y poco a poco comenzó a acariciarla, ( no sabía qué hacer, no me esperaba esto, pero sí me sentía muy bien, esta mujer sabia tocarme, estaba excitada, no sé si fue el alcohol o mi lujuria, pero cerré los ojos y me deje querer)

Abrí mis piernas, dándole a entender que me gustaba lo que ella me hacía, ella comprendió el mensaje y me introdujo un dedo, iba jugando lentamente conmigo , introducía y sacaba ...

... un dedo, luego metió otro, en ese momento yo me estremecí, quería que me metiera los dedos hasta el fondo, quería que aumentará el ritmo, quería que me hiciera suya…. ella lo hizo, sabía exactamente donde tocar, jamás sentí tanto placer con los dedos de una persona, luego ella me susurro:

> Tú siempre me has gustado, quiero chuparte abajo me dejas? Nunca se lo he hecho a ninguna mujer, pero tú me encantas , y quiero que seas la primera?

Yo en ese instante tan excitada le hubiera permitido todo, le respondí con un simple monosílabo >si<

Se puso arriba mío y comenzó a bajar por mi cuerpo, se encontró con mis pechos, bajo el tirante del pijama y me los lamio, los mordió, fue tan rico, siguió bajando, me dio besos en mi vientre hasta que llego a mi vagina, me bajo el short, me abrió las piernas, y comenzó a lamerme, me sentí en el cielo, su lengua hacia cosas que nunca jamás un hombre lo volvió a hacer, lo hacía con bastante habilidad, creo que comencé a gemir fuerte, y no me importaba, porque estaba disfrutando como nunca, quería más, me movía sin control, la tome de los brazos y la hice darme un beso lleno de lujuria y pasión, con mis manos comencé a recorrer su cuerpo, agarre sus pechos, muchos más pequeños que los míos y piñizque sus pezones, ella gimió, era mi primera vez con una mujer y era tan pasional, tan sensual, hasta que algo nos interrumpió, un ruido en la puerta, un golpe y un llamado, mi amigo Max golpeaba, decía que tenía frio y necesitaba una frazada, ...