1. Sorpresivo encuentro con Pamela: Cogiendo en el coche


    Fecha: 16/09/2021, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    ... anterior, en la cual le perforé todas las cuevas posibles, me di a la tarea de masajearle el ojete usando sus jugos vaginales como lubricante. Se lo sobaba suavemente sin penetrárselo y entonces era yo quien le decía: ¡Qué rico trasero tienes Pamela… como quisiera volvérmelo a coger! – Ella solo gemía calladamente mientras restregaba su mojada panocha contra el tronco de mi falo. Tenía un pezón en mi boca, el cual chupaba tiernamente, mi dedo en su ojete masajeándolo y mi verga en su conchita, la cual es muy estrecha regularmente en chicas con el cuerpo de Pamela. Ella me dijo: ¡Me vas a hacer acabar si sigues hablándome así… es que además de tu bonita carita, tu hermosa verguita, me gusta tu voz!
    
    Y en ese momento mientras cambiaba de chupar un pezón y el otro le decía cosas como: ¡Me gusta tu culito… como quisiera comérmelo otra vez! ¡Quiero saborear tu conchita y meterle la lengua al fondo! ¡Quiero estar en tu culito nuevamente! ¿Verdad que me lo vas a dar? – Y no aguantó mucho más y sentí como me abrazo, apenas hizo algo parecido a un movimiento de su pelvis y su vagina me apretaba mi falo, podía sentir esos espasmos y ella me pidió que me corriera, que le gustaba sentir mi corrida cuando ella experimentaba la suya. Yo si le hice un vaivén, y ella ...
    ... gemía profusamente y sentía que el coche comenzó a moverse, pero no me importó y en un par de minutos le disparé mi corrida. Ella solo me dijo: ¡Qué rico… que rico está eso!
    
    Mi pantalón estaba empapado de nuestras secreciones y el interior del coche olía a esas feromonas embriagantes. También el asiento estaba empapado, pero por suerte, estos eran de cuero y son fáciles de limpiar. Nos limpiamos con unas toallas de papel que estaban en el coche y en ese proceso pude ver su diminuto calzoncito blanco, el cual se quitó porque le incomodaba esa humedad. Yo le he tomado y me lo puse en la bolsa del pantalón. Retomamos la compostura y Pamela me pregunta:
    
    -¿Te gustó?
    
    -¡Me encantó!
    
    -¿Quieres darme por detrás?
    
    -¡Me gustaría!
    
    -¿Qué tal si lo dejamos para el fin de semana y con más tiempo lo hacemos en tu casa?
    
    -¡Como tú quieras!
    
    -¡Yo quisiera que me siguieras cogiendo ya, pero me siento incómoda sin asearme bien! Y… quedé con una amiga pasar por ella. Ahora debo ir a bañarme y limpiar el coche.
    
    -Está bien… quedamos para el fin de semana.
    
    Me llevó a donde estaba mi coche, nos dimos un beso apasionado de despedida el cual sabía a corrida y me llevé su calzoncito mojado en mi bolsillo y todavía lo tengo de recuerdo.
    
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