1. La noche con Roberto


    Fecha: 22/05/2018, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Marlencarvajal, Fuente: CuentoRelatos

    ... ¡tengo una cita con alguien muy esperado, cómo me veo? Me ayudas a ponerme el vestido?
    
    Tía: una cita? Parece que vas a un prostíbulo -dijo en tono burlón, me ayudó a ponerme el vestido, mientras pensaba en que tacones usar, opte por ponerme unos negro mate de aguja, me puse un collar de oro con un corazón pequeño igual de oro, y un pulso de oro, ya estaba lista y faltaba medía hora, salí me despedí de mi tía y tome un taxi, pedí que me llevará a la dirección, al llegar, algunos hombre volteaban se verme mientras caminaba hasta la mesa, moviendo con clase y coqueteo las caderas, al llegar vi al señor Roberto muy bien vestido, con un traje azul rey, y con un olor a perfume muy rico.
    
    Roberto: Estas hermosa Marlen.
    
    Yo: gracias, admito que usted también está muy bien, y aún más su perfume me encanta.
    
    Me tomo del brazo y salimos.
    
    Yo: ¿Cómo? No pasáramos la cita aquí?
    
    Roberto: la comida pueda esperar mi amor, a quien quiero comerte es a ti.
    
    Admito que me sorprendió, me estaba dominando. Tomamos un taxi y le dio una dirección y el nombre de un hotel, es un hotel algo caro, me gustaba la idea de ser una puta de lujo, llegamos y el pidió las llaves del cuarto, ya estaba la reservación, llegamos al cuarto, abrió la puerta y comenzó a besarme el cuello, a tocarme las nalgas mientras me decía “no sabes cuánto esperaba poder sentirte mía, poder estar dentro de ti, yo sólo suspiraba”.
    
    La situación me estaba existido, cerramos la puerta y me cargo hasta la cama, ...
    ... dónde me acostó boca abajo, bajo poco a poco el cierre de mi vestido, mientras lo hacía iba besando mi espalda, yo estaba en la gloria con sus besos, me quito todo el vestido, quede sólo en lencería y tacones, de pronto comencé a sentir su lengua por encima del cachetero de encaje, dando besos y mordidas a mis nalgas, me lo quito y me empezó a dar el mejor oral, su lengua entraba llenando de placer mi interior y lubricando a su paso, yo suspiraba y se me salió uno que otro gemido. Después de un tiempo se acercó a mi oído y me dijo…
    
    Roberto: te haré mía como tanto lo deseaba.
    
    Yo respondí con súplica: hazme tuya, quiero ser plenamente tuya.
    
    Yo estaba en 4, con mí parte de sexo totalmente expuesta a él, con mis ojos cerrados y mi diminuto pene a penas y se alcanzaba a distinguir, parecía un pequeño clítoris, sentí cómo un líquido viscoso corría por mi culo, ya esperaba sentirlo dentro de mí, tras meter dos dedos en mí, comenzó a moverlos en círculos, los saco y sentí la punta de su pene en la entrada de mí, comenzó a empujar suavemente, lo sentía grueso, sentí un poco de dolor, pero al entrar la cabeza fue cambiando a placer, empujaba aún más, hasta que entro todo ese hermoso instrumento que me daba tanto placer, podría decir que unos 25 cm de hermosura estaban dentro de mí, comenzó el mete y saca con suavidad, mientras con sus manos apretaba mis tetas, fue subiendo el nivel del movimiento cada vez más rápido, yo gemía cómo loca.
    
    Roberto: ¡oh sí! Que hermosa estas mi ...