1. La imprenta de Ricardo


    Fecha: 12/05/2018, Categorías: Sexo en Grupo Autor: marianella, Fuente: RelatosEróticos

    Ya va para un año mi trabajo en la imprenta de Ricardo.
    
    Allí trabajamos el, el dueño y yo como único empleado.
    
    Hace algunas semanas que los sábados tenemos una presencia femenina. Ella llega poco antes del medio día y nos prepara un buen refrigerio.
    
    Ricardo me la presentó como Flor, su amante, pero…… me ha estado mintiendo, porque yo se que es su verdadera mujer.
    
    Lo se porque la conozco por referencias ya que ella es profesora de gimnasia en el mismo lugar que mi prima trabaja.
    
    De todas formas, yo no me he animado a desmentir a mi patrón.
    
    El me hablaba mucho de ella, de lo calentona que era, de todo lo que le gustaba del sexo y aun mas….. me dijo que ella era casada, y que engañaba a su marido teniéndolo a el por amante. Yo le seguí la corriente, a pesar de saber la verdad, y le escuchaba como buen creyente.
    
    Ya a las pocas semanas de venir ella, el quiso que a la tarde del sábado, hiciéramos una sección de fotos. Ella era la que posaría para que yo sacara las instantáneas con mi cámara digital.
    
    Desde el comienzo, ella se mostró muy insinuante, ya que sus blusas dejaban en evidencia sus hermosísimos senos, bien formados, redonditos y muy paraditos.
    
    Pero en la poses de aquella tarde, la cosa fue para más. Ella se puso ya de entrada unas salidas de cama, de seda transparente que la mostraban en todo su esplendor.
    
    Sus cabellos rizados, castaño claro, marcaban el camino a una figura esbelta, sus hombros de piel suave, sus senos apetecibles, sus ...
    ... ojos verdes, insinuantes quedaban al tono de sus caderas calientes, su boca carnosa hacían juego con las nalgas que torneaban su cola alzada y tremendamente atractiva.
    
    Una mujer divina, un cuerpo de diosa, bien torneado, bien mantenido, de muy buena gimnasia. Verla así, con aquellas ropitas intimas, me volvieron loco. Tener que fotografiarla, entonces, me pusieron a full.
    
    Ellos se dieron cuenta de que yo me había puesto frenético, con una erección evidenciada. Yo también me había dado cuenta en ese momento que en realidad todo aquello era un plan para ponerme así, y sumando todo lo conversado con el, me di cuenta que el había mentido todo para darse y darle el gusto a su mujer de por lo menos calentar a otro. Si ellos venían por mas, yo estaba dispuesto a mas.
    
    Ella cada vez, se ponía en poses mas insinuantes y menos ropa.
    
    El trajo unas cremas y aceites, para untar algunas partes de ella y así realzar sus cualidades. Comenzó por acariciarla un poco, y no tardó en ofrecerme que hiciera ese trabajo a mi gusto de fotógrafo. La intención era que la toqueteara, así que obediente yo, me di el gusto de sobarle las tetas, de masajearle el culo, y recorrer su estética espalda.
    
    Ella comenzó a demostrar su goce, y el a convencerme de que estaba dispuesto a compartir todo aquello conmigo.
    
    Si ella engaña a su marido conmigo, también lo hará contigo, es mas, creo que tiene ganas de hacerlo, así que acompáñame en darle ese gusto.
    
    Flor quiso fotos, bebiendo su champán, y ...
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