1. NUESTRO ENCUENTRO IV


    Fecha: 18/07/2017, Categorías: Incesto Autor: XCITANTDLC, Fuente: SexoSinTabues

    ... lado, observándome. ¿Estás mejor? preguntó Hablaste mucho en sueños pero no te preocupes, sólo cosas incoherentes. Sonreí e intenté acomodarme mejor en la cama, por accidente las sábanas se deslizaron hacia abajo y mis pechos quedaron al descubierto. Mis mejillas enrojecieron. Vaya hermanita dijo con mucha tranquilidad ¿Te han crecido mucho los pechos verdad? Sí, respondí, tratando de parecer natural, todavía no me acostumbro a verlos así. Tendrás mucha leche para dar seguramente. Sabes una cosa Valery, mi esposa estuvo marcándome al celular no lo escuche por que termine agotado hace rato cuando desperté y no estabas le llame y le dije que tuve que auxiliar a una compañera con su embarazo que se le complico y sus familiares no habían llegado, tu sabes una mentirita piadosa; sabes ahora que velaba tu sueño te observaba lo hermosa que te vez con esa barriguita, espero que no te ofendas si te pido algo: ¿me dejas acariciarte la pancita? Es algo que siempre he querido hacer, tocar la panza de una mujer. Fue tan tierno al pedirlo que no pude negarme. Entonces tiró la sábana más abajo y dejó mi vientre y parte de mis muslos al descubierto. Es decir, me tenía desnuda delante de él. Qué sensación hermosa, siempre quise hacer esto, mientras pasaba su mano caliente por mi vientre abultado. Lo recorrió completamente, a veces acercándose a mi vagina pero sin llegar a tocarla. Había algo muy sensual en sus caricias. Mi piel estaba tirante y estremecida. ¿A ti también te gusta verdad? ...
    ... preguntó. Hice que sí con la cabeza. Claro, tú también estás sola, nadie te ha hecho esto nunca. ¿Has visto que lindo es? Voy a decirte otra cosa, Valery. Otra fantasía que me hubiera gustado cumplir con mi mujer es tomar leche de sus pechos yo sé que te pido mucho, pero me gustaría tanto; al escucharlo me asusté, mi corazón palpitaba a mil por hora. ¿Adónde terminaría todo esto? ¿Me sentía ultrajada? Pero al mismo tiempo no podía negar la excitación que me provocaba. Después de todo, embarazada así como estaba, yo seguía siendo una mujer. Una mujer con una vida sexual muy intensa que se había interrumpido de pronto y que desde hacía un par de meses no estaba con un hombre. Chuy seguía sentado en la cama a mi lado, y yo seguía allí desnuda. Como no contestaba, él tomó uno de mis pechos con su mano y se inclinó hacia él. Cuando sus labios capturaron mi pezón derecho se me escapó un fuerte gemido. Mi hermano succionaba, suave al principio, más fuerte después, y me mordía con ternura. Ah, ya brota leche de tus tetas dijo con un tono decididamente caliente y es exquisita pero le dije que no, que era una secreción previa que se conocía como calostro. Mamó por largo rato de mis dos pezones, que estaban duros y estirados. Empecé a perder el control, y no me importó que una de las manos hurgaran en mi vagina. Jesús se quitó la camisa, el pantalón y el bóxer. Empezó a pasarme el pene por todo el vientre sin dejar de acariciar mi clítoris. Por la punta le salía un líquido ámbar que dejó ...