1. NUESTRO ENCUENTRO IV


    Fecha: 18/07/2017, Categorías: Incesto Autor: XCITANTDLC, Fuente: SexoSinTabues

    ... y cuando entramos a ella le empecé a besar el cuello y el pecho mientras se desabotonaba la camisa y luego el pantalón y al mismo tiempo que los bajaba me agachaba besándole el pecho hasta el ombligo, termine por sentarme en la cama enfrente de mi hermano que estaba de pie. Quede con el rostro a la altura de su verga y me lo metí a la boca, le di una mamada a su pene, lo chupaba con gusto, con bastante gusto, cerraba los ojos y me lo metía a la boca para saborearlo, lo sacaba de la boca y lo lamia de arriba abajo parecía que tenía una paleta. Después de un rato me puse de pie, mi hermano me bajo la tanga por debajo del vestido y caímos encima de la cama, me subió la falda del vestido para dejarme ir su verga de golpe, gemí de gusto. El me penetraba pero por supuesto no se recargo encima de mí, procuraba no lastimarme la barriga así que me apoyaba con sus brazos extendidos mientras me penetraba, luego se incorporó para subir mis piernas a sus hombros de esa forma casi no había peso encima mí, besaba mi pantorrilla mientras su movimiento de caderas me daba arremetes lentos y profundos, podía sentir como su palo salía por completo quedando en la entrada y abrirse camino mi cavidad vaginal sentía la fricción de su verga y mis paredes, al final me volteo estilo perrito me daba nalgadas, jugaba con mis pechos, gemía bastante y la calentura del momento me hizo hablar sucio diciendo cosas como: chuy méteme tu verga, dame duro hermanito, méteme tu pitote, si mi amor méteme el pene ...
    ... así, así, cógete a esta panzona, cógeme, agárrame del pelo, si así dámelo como tú quieras que yo soy tu mujer, cosas que la verdad lo calentaron bastante, la cogida era bastante buena no aguanto más y teniéndome en cuatro chorreo toda su leche salpicando mi interior. El cansancio nos hizo presa quedándonos profundamente dormidos. El sábado por la mañana decidí ir a comprar unos jugos y algo para desayunar al llegar a casa sentí un fuerte mareo. Mi hermano estaba en la entrada de la casa, me vio tambalear y corrió para evitar que me cayera acompañarme. Al entrar me senté en un sillón y dejé que me atendiera. La verdad es que no estaba en condiciones de hacer nada, el mareo era muy fuerte. Fue a la cocina a preparar un té que me sirvió, con mucho azúcar, me hizo sentir un poco mejor. Valery, estás muy transpirada por el mareo me dijo mi hermano ¿Quieres darte un baño? Te sentará muy bien, ya verás. La verdad es que eso era lo que necesitaba en ese momento. Cuando sentí el agua caliente de la ducha sobre mi piel me invadió una sensación de bienestar y abandono. En eso sentí que se abría la puerta del baño, no te asustes, soy yo que vengo a traerte una toalla. Salí del baño envuelta en la toalla con una profunda sensación de bienestar y un cansancio enorme. Jesús no dejaba de ser amable conmigo. Recuéstate un poco en la cama, te hará bien. Lo hice, y de inmediato me dormí profundamente. Cuando desperté, a través de las ventanas entraba la oscuridad de la noche mi hermano estaba a mi ...