1. SOY PUTA (IV): Las fotos


    Fecha: 04/05/2018, Categorías: Confesiones Autor: ekaitza, Fuente: RelatosEróticos

    ... aventura, e incluso una parte de mi se moría por saber cuál sería la primera de esas pruebas. Me dijo que me desnudara y así lo hice. A medida que me iba librando de la ropa, él me iba sacando fotos con una cámara que sacó del maletero de la moto, y una vez desnuda me hizo chupársela. En mi fuero interno me dije que esta vez no iba a ocurrir lo de la primera vez en el escondrijo, y así fue. Sus primeros gruñidos de placer iban acompañados con comentarios como "joder esto sí que es una mamada", "han hecho de ti una buena puta en la cabaña", "así me gusta, zorra", etc, que daban a entender que le estaba gustando mi manera de pajearle con los labios, de frotar la lengua en la punta, de hacer acometidas para tragármela toda por un instante… todo lo que viene a ser una buena ‘limpieza’. Durante esa mamada me hizo unas cuantas fotos hasta que posó la cámara de nuevo encima de la moto, se sacó la polla y se la pajeó con una mano mientras con la otra me agarraba el pelo para inmovilizarme la cabeza. Se corrió salpicándome en las mejillas y dentro de la boca. Volvió a coger la cámara, y me dijo que le limpiara los restos de semen mirando al objetivo. Me sacó un par de fotos más dándole lengüetazos a las gotas de semen que se le quedaron en la puntita y con la cara pringada. Después me dio unos pañuelos de papel y me dijo "Para que veas que no soy tan malo ja, ja, ja!". Me limpié la cara y me llevó de vuelta al cementerio. Cuando llegamos al cementerio me dijo que ya me había ...
    ... convertido en su putita particular, y que a parte follarme él cuando le viniera en gana, me iba a hacer follar con lo peorcito del pueblo: viejos borrachos, un vagabundo, un retrasado, gitanos,… me preguntó si tomaba píldora y le dije que sí (era cierto, empecé a tomarla desde aquel susto con Luis y aún la sigo tomando). Contestó que más me valía por todo el semen que mi coñito iba a albergar.
    
    Seguimos viéndonos cada vez que la relación con su novia se lo permitía, y nunca le faltaba su cámara de fotos para sacármelas en situaciones eróticas, pornográficas, incluso algunas que muchas mujeres considerarían denigrantes. Desde la segunda vez la cosa no quedaba en una mamada, le encantaba follarme, azotarme las nalgas y los muslos con finas ramas que encontraba, solía llevar pepinos y plátanos para masturbarme con ellos (los plátanos los pelaba porque le gustaba cómo se deshacían apretándomelos en el coño), cuerdas para atarme a los árboles... y no me daba por el culo porque decía que no le gustaba -y es que antes no se llevaba tanto como ahora, que sois insaciables- Disfrutaba conmigo de maneras muy diversas, y siempre sacaba fotos para el recuerdo. Al menos (o eso me decía) tenía el detalle de no llevarlas a revelar a la tienda de fotos del pueblo -que aunque es un pueblo grande se conoce casi todo el mundo-, sino que se acercaba a la capital de la provincia a hacerlo.
    
    Tras unos meses en los que él me compaginaba con su novia y yo a la vez le compaginaba a él con los chicos del ...