1. Historia del chip 009 - En vela - Daphne 004


    Fecha: 03/05/2018, Categorías: Dominación / BDSM Autor: chopin, Fuente: CuentoRelatos

    ... velocidad. No tardaron más de diez minutos en bajar. Habían tardado mucho más en subir.
    
    Nuevamente los pies y los pechos sufrieron de lo lindo. Cuando llegaron a la zona ajardinada del colegio, Jennifer cogió la camiseta de la mano de Daphne. Se la colocó en el torso.
    
    —¿Duelen? — refiriéndose a los pechos apenas ocultos.
    
    —Mucho. ¿No se trataba de eso? — preguntó Daphne, claramente molesta.
    
    —Te castigaré por ese tono. Cuando pregunto como tutora, debes contestar de forma adecuada.
    
    —¿No recibo suficiente castigo ya? — señaló Daphne, completamente harta y con ganas de llorar y de ser abrazada. Confusa a más no poder.
    
    —Sólo pide disculpes... y lo dejaré pasar por esta vez.
    
    —Lo lamento, Jennifer— dijo Daphne.
    
    —Lo lamento, A1— matizó Jennifer.
    
    —Lo lamento, A1. De veras. No es culpa tuya. Te ruego me ayudes a moldear mi carácter y mis prontos. Haz lo que tengas que hacer.
    
    —Ese es el espíritu. Vamos... no quiero enfriarme… Jennifer no dejó de golpear las nalgas antes de empezar a correr.
    
    *—*—*
    
    Siguiendo las precisas instrucciones de A1, H4 se duchó. El temporizador le ofreció su minuto de agua caliente, tres de fría. Luego el secado. Cuando acabó, helada y tiritando, se encaminó a su taquilla. Los pies le volvían a arder en sus tacones. Entró en la cámara de impregnación. Jennifer ya debía estar entre las sábanas. Ella debía perfumarse dos veces.
    
    Fue rápido. Quince segundos la primera vez, esperar otros quince y treinta segundos de una nueva ...
    ... dosis. Nunca había visto nada igual. Notó como la piel absorbía el minúsculo vapor de agua impregnado del cóctel de sustancias aromatizantes, afrodisíacas y excitantes. No olvidaba las palabras de Jennifer: “Puedes ponerte el perfume. Eso siempre será a tu discreción. Actuará en una hora más o menos. Durante ocho horas, previsiblemente. Te convertirá en una mujer en celo. Deseosa de ser tocada y lo que será mejor para tu amante, necesitada de agradar, de sobar, de follar. Si no lo llevas puesto, dormirás sola. Si te lo pones, estás a expensas de tu amante. De que te acepte en su lecho. Mientras que sea tu tutora o desees ser mi amiga, espero que te lo pongas al menos una vez a la semana, preferiblemente dos o tres veces. ¡Ah! Se me olvidaba. Atenúa el efecto de la cafeína. Más bien hace que su ciclo sea más entrecortado. Dormirás más profundamente, te despertarás con ganas de ser tocada y de tocar. Tres o cuatro veces cada noche, al final de cada fase REM.”
    
    Daphne agradeció su sinceridad. Era mejor saber que se esperaba de ella y no tener que descubrirlo. Abrió la taquilla, se quitó los tacones apreciando el frescor y se puso unas zapatillas. Jennifer había dejado delante su pijama que no era más que un salto de cama indecente desde cualquier ángulo. De color violeta oscuro, se ataba al cuello y a la cintura. La parte frontal eran dos exiguos trozos de tela que cubrían los pechos sin llegar a ocultarlos. La finura de la tela no lo permitía. La parte inferior velaba algo más. ...
«1234...12»