1. Historia del chip 008 - El concierto - Kim 005


    Fecha: 22/04/2018, Categorías: Primera Vez Autor: chopin, Fuente: CuentoRelatos

    ... Kim le resultaba imposible disimular su exuberancia. Roger se decidió a descubrir los pechos por completo. La tela que fragmentariamente colgaba de los senos se deslizó con facilidad hacia arriba. Y, por un momento, Kim no se dio cuenta. Solo cuando Roger abandonó los montículos sin dejar de jugar con los pezones un último instante, Kim notó que estaba a todos los efectos desnuda, salvo su espalda, los hombros y una pequeña área por encima del pubis y la zona que el tanga cubría. Cualquier viandante habría contemplado sus nalgas sin trabas pues daba la espalda a la calle. De un tirón se bajó el vestido hasta cubrir los pechos, estiró por la cintura hacia abajo la tirante tela todo lo que dio de sí y bajó todo lo que pudo la supuesta frontera en los muslos.
    
    Fue entonces cuando recordó que debía quitarse el tanga y cumplir con sus obligaciones. Volvió a levantarse la estrecha faldita y se bajó la minúscula braguita que apenas cubría el triángulo púbico. Se la entregó a Roger que procedió a guardarla en la guarida acostumbrada. Aprovechó también para poner el bolso de Kim, que colgaba del manillar izquierdo. Kim esperó a que Roger se acomodase y se subió con rapidez, fruto de la práctica. No mostró ninguna duda. Descubrió la vagina completamente con ese gesto y pronto llegó el contacto de las nalgas, el interior de los muslos y los labios hinchados. Kim sonrió. Roger se había olvidado del trapo. Se lo dijo exultante, suponiendo que él estaba igual de aturdido que ...
    ... ella.
    
    Roger sacó uno nuevo: una gamuza de quitar el polvo. Kim se incorporó levemente y la colocó entre las piernas sin titubeos, tratando de no quedar afectada por la sensación que producía en sus labios. Se ajustó el vestido para cubrir las nalgas todo lo que pudo, luego no podría con las manos agarrando a Roger. Hizo lo propio en la zona de los pechos pues ya se había subido el vestido parcialmente. Roger empezó a acelerar con suavidad.
    
    *—*—*
    
    Llegaron pronto, así que todavía no había demasiada gente. Con el pase VIP de Roger pudieron dejar la moto cerca de los camerinos. Kim se sentía inquieta. Su tanguita, -ya fuera de su alcance-, bajo llave. E igualmente el bolso, con el móvil y el dinero. Cuando se trataba de tener una aventura en el bosque ya estaba acostumbrada, ahora sería algo diferente. Imprevisible y también desconocido. Eran los detalles los que contaban. El vestido traicionero e incómodo. La casi arrogante manera de actuar de Roger. ¿Qué hombre no quiere exhibir a su hembra? Sus piernas desnudas, -montada sobre el minúsculo sillín trasero-, eran un vivo ejemplo de su manera de pensar.
    
    Bajó sin mostrar ansiedad o titubeos. En algún momento seguro que mostró los labios vaginales o parte de sus nalgas. El vestido no estaba diseñado para llevarse en una moto. Eran las reglas del juego tal y como ya habían quedado establecidas. No era el momento de echarse atrás o sentirse mojigata. Al fin y al cabo, se trataba de unos instantes y podía ser considerado como un ...
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