1. Núria 2


    Fecha: 13/07/2017, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Charmander, Fuente: CuentoRelatos

    ... quinta marcha. Mi amiga gemía en la habitación de al lado, y yo no podía dejar de imaginarme lo que estaría haciendo con el otro chico. Situé la punta de mi juguete en la entrada de mi coño y me lo metí despacito, sintiendo como me invadía poco a poco. Era una maravilla, y empecé a meterlo y sacarlo lentamente. Me mordí el labio inferior con la intención de silenciar un gemido, mientras sentía como me acercaba lentamente al orgasmo. Puse la última marcha del vibrador dispuesta a disfrutar, oír a Silvia gemir me provocaba un morbo increíble, había empapado gran parte de las sábanas de mi cama. Hasta ese momento había tratado de reprimir mis gemidos, pero recordando cómo de caliente me puse cuando descubrí al desconocido espiándonos a Marcos y a mí en su casa, decidí dejarme llevar y gemir con naturalidad.
    
    -¡Ahh! Sí, dios… -gemí, y estaba segura de que me oían.
    
    Ellos por su parte siguieron con sus gemidos, y yo sentía la inminencia de mi orgasmo.
    
    -¡Sííí! –chillé fuera de mí.
    
    Me corrí de una forma increíble, emanando una gran cantidad de flujo y empapándome completamente hasta los muslos. Sabía que me habrían oído, incluso pensé que quizá me hubiera oído algún vecino. Esa idea me resultaba de lo más excitante, aunque al día siguiente me moriría de vergüenza cuando la viera. Decidí ducharme por la mañana, y me dormí empapada en sudor y flujo y oliendo a sexo.
    
    Me levanté a eso de las 11 de la mañana, aprovechando que era sábado. Sin molestarme en cambiarme el pijama ...
    ... fui a la cocina y me senté a desayunar unas tostadas con mermelada.
    
    -Buenos días, golfilla –me saludó Silvia, que entró poco después que yo.
    
    -Buenas –me limité a responderle sin levantar la vista de mis tostadas, aunque debía de notarse que estaba más roja que nunca.
    
    -Con lo silenciosa que eres normalmente me extraña que no te hayas quedado afónica.
    
    -¿Qué? –pregunté yo haciéndome la loca.
    
    -Nada, nada, si me alegro por ti. Aunque últimamente echas mano de Jimmy muy a menudo, deberías de buscarte una de verdad.
    
    Y la verdad es que tenía razón, pero siendo la última semana de exámenes a Marcos le era casi imposible quedar, y yo no tenía la facilidad que tenía Silvia para llevarme a un chico a la cama. Todavía.
    
    -¿Y tú cómo sabes cuándo echo o dejo de echar mano de Jimmy, si tan silenciosa soy? –le pregunté más que nada por cambiar de tema.
    
    -Bueno, eso se nota –dijo sonriendo con suficiencia-. Cuando te tiras una hora “duchándote”, cuando oigo el pestillo de tu habitación a las tantas de la noche, cuando no te toca lavar las sábanas y te ofreces a hacerlo…
    
    -Vale, vale –le dije entrecerrando los ojos-. Ya veo que eres toda una Sherlock en cuestiones de sexo.
    
    -¿Entonces te pone cachonda que te oigan gimiendo en plena faena? –me preguntó guiñándome un ojo-. ¿O te pusiste tan caliente al oírnos que no pudiste controlarte?
    
    -No era yo. Era… porno. Se me desconectaron los auriculares en el peor momento.
    
    -Reconozco tu voz, morena. Eras tú, aullando como ...