1. Mi suegro me hizo su esclava (II)


    Fecha: 13/07/2017, Categorías: Lesbianas Autor: noeliamarrana, Fuente: CuentoRelatos

    ... lamerme los senos. Yo cerré los ojos, me mojé los labios con la lengua y me abandoné a las caricias de Don José.
    
    Mi suegro estuvo lamiendo mis senos un buen rato, luego dejó una mano acariciándomelos mientras con su lengua bajaba por todo mi vientre, pasando su lengua por todo, hasta llegar a mi clítoris; entonces su lengua sustituyó al dedo que jugaba ahí, el cual él metió en mi vagina que ya se encontraba muy húmeda. Don José se dio tiempo de decir: “no sé porque a veces te resistes puta, si bien que te gusta como cogemos”. Yo tenía las manos atrás de mí, recargada en el lavadero y al escucharlo apreté los puños, pensando que él me obligaba, pero que lo que me estaba haciendo en ese momento si me estaba gustando y demasiado. Incluso me descubrí comparándolo con su hijo y me di cuenta de que el viejo lo hacía mejor que mi novio.
    
    Ya no era un dedo el que entraba en mi vagina, eran tres, su estaba lengua en mi clítoris y su otra mano en mi pezón, jugando con dos dedos con él.
    
    Yo pasaba salva, sudaba con los ojos cerrados, dejando a mi suegro hacer lo que quería con mi cuerpo; de repente, él metió su lengua en mi vagina, el clítoris lo acarició con un dedo y comenzó a meter otro dedo en el ano; me tapé la boca con una mano para no gritar del tremendo placer que estaba sintiendo e involuntariamente me empecé a acariciar los senos con mi mano libre.
    
    Unos segundos después llegó lo inevitable: un orgasmo gigante, que me recorrió todo el cuerpo y me cimbró de los pies a ...
    ... la cabeza; gracias a que me tapé le boca, los vecinos no oyeron mis gemidos de placer: “¡mmmmmhhhhh, mmmmmhhhhh!”; el que si se dio cuenta fue mi suegro, pues además de los mencionados gemidos, apreté su cabeza con mis piernas.
    
    Creí que jamás acabaría, el orgasmo fue larguísimo e intensísimo; sentía tanto placer en mi cuerpo, que no quería parar; pero después de unos minutos, se detuvo, dejándome exhausta.
    
    Don José se levantó y tomándome de las nalgas me recargó en el lavadero; me levantó una pierna sosteniéndola con un brazo debajo de ella; me quejé un poco por el dolor que aún sentía en la cola; pero no con fuerza; entonces mi suegro me penetró por la vía vaginal con fuerza, metiendo su miembro hasta el fondo y diciéndome: “¿ya ves putita?, si bien que te gusta; conmigo puedes lograr grandes momentos de placer como éste y la podemos pasar muy bien, pero no te me vuelvas a negar porque entonces el placer será solo mío y tú solo sufrirás”; y comenzó un mete-saca violento, sosteniéndome la pierna levantada y acariciándome las tetas con la otra mano. Yo estaba recargada en el lavadero y con una pierna en el piso. Estaba tan mojada que esta vez no sentí ningún dolor, por el contrario, aún sentía el placer del orgasmo que me había hecho sentir Don José y eso le ayudó a penetrarme sin problema. Él me besó en el cuello y cerré los ojos tratando de apartar de mi mente que el que me cogía era mi suegro.
    
    A los poco minutos me vine otra vez, de nuevo el placer que recorrió mi ...
«12...6789»