1. Cobrando deudas…


    Fecha: 22/03/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: porqueria15, Fuente: SexoSinTabues

    ... le pertenecemos. Yo había estado como un espectador únicamente de todo este torbellino de situaciones que se estaban dando, y cuando me volteo a ver la señora, me sorprendió (y les aseguro que yo también me sorprendí a mí mismo) observando las piernitas de las pequeñas nenas, casi de inmediato levante la vista a los ojos de la señora, y la mirada de ella cambio, pude ver como si hubiera echado chispas al verme a mí y luego voltear a ver a sus hijas y luego voltear a verme a mí. Tomando a cada niña de la mano se dirigió a mí y acercándose junto con las nenas se inclinó para decirme casi como un susurro – bueno… a menos que usted esté interesado en que negociemos una forma diferente de pago. Me quede de piedra, definitivamente no esperaba este giro de eventos, pero sería mentiroso si les dijera que no lo había pensado en más de una de las situaciones anteriores que les comente. Sin perder mí aplomo, le dije – Ok, ¿de qué estamos hablando? – a lo que ella respondió. - Pues nada más simple, le estoy ofreciendo mis hijas a un completo desconocido, por un justo precio. - ¿Pero ellas que dicen? – pregunte, viendo a las pequeñas, que a todo esto se me quedaron viendo de arriba abajo. - ¿Qué van a decir? – dijo la mujer y se arrodillo poniendo a las nenas una a la par de la otra y les empezó a hablar más agradablemente sobándoles la cabeza a cada una - Bueno nenas, ¿se recuerdan lo que me confesaron que hacían con su padre? – Las niñas se le quedaron viendo y movieron sus cabecitas ...
    ... afirmativamente – pues bien, si desean conservar lo que tienen y que no nos echen a la calle, este caballero está dispuesto negociar lo que el pendejo de su padre le quedó a deber a cambio de jugar un rato con ustedes como jugaban con su papa, ¿les parece? Las niñas voltearon a verme y ahora se me quedaron viendo hacia mi entrepierna, lo cual fue como una especie de choque eléctrico que inicio la irrevocable erección que me empezó a apretar el calzoncillo. Entonces ambas emitieron al unísono una palabra que a mí me sonó como un canto de ángeles – Si mami. - Ok, ahora los términos son entre usted y yo – me dijo la señora volteando a verme y sacándome de mis pensamientos que ya iban a mil por hora – el precio es el siguiente, puede hacer uso de Bety y Mary por 1,000. 00 por agujero de sus cuerpitos – eso implicaba que si me disfrutaba a cada una la deuda quedaba saldada. Pero yo no estaba tan loco para dejar ir la oportunidad, además entendí que las niñas ya habían sido estrenadas por el papa, así que le rebatí la oferta – No. Le doy 500. 00 por cada agujero, si realmente me complacen, entonces podríamos acordar otro pago. - Imposible, Bety tiene apenas 9 años y Mary tiene 7, jamás va poder disfrutar de niñas más jóvenes – me dijo la señora, estaba negociando a sus hijas como si de ovejas se tratara – 750. 00 y ni un centavo menos. Diciendo esto ella misma les saco los camisones, dejándolas únicamente en sus calzoncitos, y sobándoles las cabezas les susurro algo al oído, acto ...
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