1. Desvirgando al amigo de mi nieta


    Fecha: 21/03/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... barrio El Viso a un chalet en la calle Mirasierra en el barrio de Majadahonda donde pude criar a mi nieta, lejos del cotorreo de las chismosas que por más alta alcurnia que tuviesen no dejaban de ser chismosas. A mi nieta la crié como si realmente fuese mi hija, esa hija que no pude criar y a la cual solo había visto en dos ocasiones desde que vine de mi provincia natal. El tiempo fue pasando y como quien no quiere la cosa, a mis cuarenta años, me encontraba con que aquella a quien llamaba hija se hizo mujer. Ese hecho me marcó mucho ya que, teniendo en cuenta mi pasado y el de mi hija verdadera, y no queriendo que a ella le pasase lo mismo, comencé a acompañarla a cuanta fiesta iba y traté de estar siempre a su lado, aun cuando a los ojos de los otros padres fuese una metida, una mujer que no sabía colocarle límites a su hija, o una madre que no tenía confianza en su descendiente. Lo cierto es que, como si fuese su hermana mayor, concurrí con ella a cuanta fiesta o baile fue y me hice amiga de sus amigas y amigos, a tal nivel que hacían la previa en mi casa y contaban conmigo como con una amiga de aquella que todos, incluso ella, creían que era mi hija. Con Carla, así se llamaba mi nieta compartíamos todo, desde los zapatos hasta las remeras, pasando por los pantalones y las polleras; en muchas ocasiones íbamos juntas a comprar la ropa y comprábamos aquella que nos gustaba a ambas. A pesar que una y mil veces le dije que no se fijase en chicos y se centrase en estudiar, no ...
    ... me hizo caso, lo cual comprobé el día en que me comentó que había, en el colegio, un chico de otro grado, que le gustaba y quería tener mi opinión sobre si le convenía o no, ya que si bien era muy buen estudiante era de su edad, y yo siempre le decía que estaba en la edad de estudiar. Le propuse que lo invitase a pasar el fin de semana en casa, ya que así con la excusa de disfrutar de la pileta yo podría evaluarlo y darle mi opinión. Fue así que ese viernes no hicimos previa, y nos fuimos a dormir bien temprano; el sábado nos levantamos tipo 8 de la mañana, nos bañamos y desayunamos, a eso de las 10 llegó, acompañado de sus padres, el chico que tenía, a pesar de usar lentes e irle muy bien en la escuela, un aire de pendenciero, que hizo que no me cayese bien. Dicen que la primera impresión es la que vale, pero… tendría que fumármelo todo el fin de semana para darle a Carla la opinión que me había causado. Sus padres resultaron ser amorosos, le recomendaron una y mil veces que se portase bien, que no hiciese lio y, antes de marcharse, me dejaron sus teléfonos por cualquier cosa y me agradecieron que lo hubiese invitado a pasar el fin de semana, Pasamos unas horas en la pileta, luego almorzamos, jugamos con la play y volvimos a la pileta. Facundo, tal era su nombre, resulto ser muy simpático y amable y para nada desagradable como inicialmente me había parecido. En un dado momento, tipo 6 de la tarde, decido ir a buscar algo para tomar, por lo que voy a la cocina y preparo unos ...
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