1. Triunfales


    Fecha: 06/03/2018, Categorías: Dominación / BDSM Autor: pompita, Fuente: CuentoRelatos

    ... más modernas drogas que existen, y que dejan al varón completamente excitado como un monstruoso animal caliente, pero completamente pasivo y sin poder hacer absolutamente nada teniendo la mujer toda la libertad de hacer lo que se le dé la gana con él.
    
    Y así teniéndonos...comenzaron las muy puercas aquéllas, la orgía con nosotros así en ese estado.
    
    Cosqillas atroces que las sentíamos centuplicadas por el efecto de la droga aquélla, manoseos de todo tipo y un continuo hacer y hacer sobre nosotros haciéndonos todo tipo de cosas cada una sobre cada uno así completamente a ellas sometiditos.
    
    Nos hacían bramar de placer y aullábamos como perros entre el largarse las carcajadas de todas ellas ahí amasándonos como energúmenas a su máscompleto antojo todas ellas.
    
    Los orgasmos que nos hacían ellas venir eran como sensaciones atrozmente desesperantes que se prolongaban en el tiempo mucho, muchísimo más que un orgasmo común, haciéndonos soltar interminables aullidos y gemidos y suspiros en medio del reír como cochinas de todas ellas disfrutandonos tan puercamente así.
    
    Hacían lo que querían con todos nosotros todas ellas, y aquello era una loca orgía en la cual nosotros los siete varones éramos sus juguetitos calientes y ellas las más puercas nenas jugando desaforadamente lujuriosas.
    
    Cualquier toquecito, cualquier roce por insignificante que fuese en cualquier parte de nuestro cuerpo, lo sentíamos como la más desesperante cosquilla monstruosa y atróz. Y los dedos y las ...
    ... manos de ellas, eran un constante enloquecernos deslizándose en nosotros en el hacer y hacer más cosquilleante y enloquecedor. ¡Cómo se largaban las carcajadas con nuestra desesperación y guturalismos ridículos en la desesperación que nos envolvía! ¡Cómo se reían!!!
    
    Aquéllo era un coro por un lado de mil gemidos y gritos y aullidos desesperadamente enloquecidos de placer atrózde nosotros los siete varones, y el reírse a carcajadas estridente de todas ellas haciéndonos.
    
    Deseábamos desesperadamente que aquéllo acabase, pero...¡seguía! Nuestros cuerpos estaban ya poseídos por un estado como volcánico en su funcionar, y hasta deseábamos que un ataque terminara con nuestras vidas para no seguir soportando aquéllo tan enloquecedoramente placentero a grado así tan bestial. Los orgasmos venían unos tras otros y cada vez más intensos y prolongados, y ya nuestros gritos y aullidos volvían a exclamar sus letanías, y ellas a irrumpir nuevamente en su reír y reír soltando aquellas carcajadas cochinas que más aún nos excitaban. Y cuando por fin parecía que aquel martirio comenzaba a desvanecerse y la promesa de un alivio nos alumbraba el deseo de poder por fin escapar de aquéllo, una de las chicas, riéndose continuamente en su manera de hablar, así comenzó a decir explicando:
    
    -"Ahora viene el momento en que les parecerá que ésto se termina, pero es sólo un pequeño respiro que ya está bien calculado en esta droga que así funciona, y al ratito nomás vuelve otra vez a hacerles efecto, ...