1. Lujuria en las vacaciones


    Fecha: 11/07/2017, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... mis piernas y comenzó a masturbarme suavemente y con voz de nena, que sabe que me encanta, comenzó a relatar que. Resulta que estos tipos la encontraron parada al lado de la camioneta en principio la llevaron a cargar combustible pero a la vuelta el paraguayo comenzó a acariciar sus piernas y la invitó a la cama que se encontraba atrás de la cabina de conducción, allí atrás sintió todo ese aroma a macho, sudor y se éxito al máximo tanto que invitó al brasilero a sumarse, todo iba bien, se la chupaba al paraguayo y luego se puso a 4 patas para que la penetre, pero en cuanto el brasilero pudo estacionar el camión y se metió en la cabina trasera ella quedó asombrada del tamaño de la pija que este portaba, era la más grande que había probado, incluso más grande que la de su tío el que la había criado, no sabía decirme cuánto le media de larga, no más de 24 cm seguro pero lo sorprendente fue el grosor, con dificultad logro meterse la cabeza en la boca y ni que hablar cuando se la metió por concha, la hizo ver las estrellas, gemía como desesperada al tiempo que se esforzaba para que le entre un poco más de carne, el paraguayo quedó relegado a un costado y ella lo estuvo montando por más de una hora y media y aún así no lograba meterse toda la pija adentro, perdió la cuenta de cuántos orgasmos la hizo alcanzar, el olor a sexo de esa habitación era terrible y en el colchonsito le dejó un gran manchón de flujo de recuerdo y todo eso había pasado a unos metros de donde yo tomaba ...
    ... el café. Ella como buena viciosa le pidió el número y esa noche se encontraron en el hotel que estaba a la vuelta del nuestro y pasaron la noche entera, primero estuvo con el paraguayo, principalmente para poder descargarlo y estar lo que queda con el brasilero, obviamente el paraguayo hizo uso de todos sus orificios, se deleitó comiéndose los pechos de mi esposa al tiempo que ella sin mediar palabra acomodo el pene en el orificio anal buscando la máxima estación del paraguayo y hacerlo acabar lo antes posible, ella lo cabalgó con toda furia y cuando sintió que estaba por acabar le pidió que lo haga en la vagina, así es que con la concha chorreando semen, comenzó la dura tarea de meterse aquel trozo de carne que aunque no era largo, su diámetro se asemejaba al matafuego del auto, el brasilero sobaba sus pechos y mordía con rudeza los inflamados pezones de mi mujer, ella buscaba una posición que le permita albergar toda esa carne en su interior , el brasileño ahora le daba palmadas en las nalgas, las cuales dejo rojas y algo marcadas (mi señora me las exibió orgullosa) y con palabras que poco se entendían la desafiaba a mi señora para que se lo meta hasta el fondo, finalmente ella colocando las plantas de sus pies en el colchón logro chocar su coxis con el de su amante, aguanto unos instantes con todo aquello adentro, para que las paredes de su vagina se acostumbren y comenzó a subir y bajar lentamente disfrutando de cada sentimental de pija que la recorría y la llenaba por ...