1. Seducción de una fantasía a la realidad... (1)


    Fecha: 25/02/2018, Categorías: Anal Autor: Lobo Amarok, Fuente: CuentoRelatos

    “Si quiero, las cosas prohibidas son las más deliciosas, quiero que me sigas diciendo cosas bonitas, me gusta, ¡pero recuerda que no es tan fácil como tú piensas!”
    
    Muy simple bonita: tú dices —decídete, si o si, ya no, un poco más —todo, o mucho, me estas gustando demasiado todas estas sensaciones con sus tentaciones; te gusta, es obvio, quieres ponerle un alto a esto… o quieres escaparte conmigo lejos de la ciudad —dímelo, ¡pero dímelo ya!
    
    “Quizá tienes razón, quizá no, pero si me gusta cómo me hablas…”
    
    Adivinando, pero siento que te gusta, se quieres vivir emociones fuertes; a mí, me gustas mucho, cuanto tengo que decirlo; se siente tu energía de hembra insaciable sexy, ¡muy sensual con un toque de prohibida!
    
    “Sabes siento que adivinas lo que siento y pienso…parece que me conoces mejor que mi pareja!”
    
    Pues se siente tu energía; y parece te gustan las emociones fuertes, de otra forma no estarías aquí coqueteándome con tus letras, tus imágenes y tus llamadas; y aunque sé que no es fácil conversar a diario, pero mejor poco a poco que mucho pues lentamente es más rico… ¡Sí! Miro tus fotos, y se me antojan tus como la primera vez que me mandaste tu imagen tirada en tu cama matrimonial: te miras y te sientes muy seductora: tus pies —finos, como para acariciarlos lentamente, recorriendo despacio con la mirada tus dedos, ¡y admirando tus uñas rojas… creo te gustaría que besara y chupara tus pies!
    
    “Y como sabes que me gustaría…”
    
    No. No te gustaría, más bien; ...
    ... estoy seguro que te va a gustar mucho—tienen muy desatendida, y tú tienes mucho tiempo para arreglarte… ya miré que en tus manos llevan el color rojo de las de los pies, ese rojo fugaz solamente lo lleva una hembra insaciable; ¿y casi podría jurar que tu ropa interior es del mismo color…cierto? Dime la verdad, confiésate, ¡si es que no me tienes miedo como decías ayer!
    
    “Mejor me quedo aquí, de lejecitos, porque me haces sentir algo que no me gusta mucho…”
    
    No huyas, mejor acercate… acercate lentamente y ven; ven hacia mi despacio como cuando te mire caminar asustada por primera vez; quiero probar tu saliva en tu aliento, tu saliva en tu lengua, y tu sensualidad prohibida en tu piel de dama tímida —¡hembra!
    
    “Mmm que rico se oye como lo describes, me gusta como juegas con las palabras, pero... ¡Mi sabor necesitarías probarlo para que lo disfrutes más!”
    
    Muy bien…mucho mejor… suavemente porque tus labios son delgaditos; y tu boca pequeña, no me molestaría empezar lentamente hasta que me des la llave; quiero más que tu sabor, quiero tu esencia, empezar a rosarte seria el génesis para llegar a tu templo de diosa sexual… quiero entrar sin apresuración, quiero disfrutar este embrujo… mmmmm ¿cuál será el sabor en tu piel, y que fragancia nace en tu altar erótico? ¡Mi nariz quiere desnudar tus más íntimos pensamientos Rafaela!
    
    “Me gustaría que empezaras más rápidamente… con más intensidad, ¡con más pasión!”
    
    Si sabes lo que te conviene, coqueta, no que quieres huir, pensé ...
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