1. Me quede con el culito de Sofía y el virgo de Julieta.


    Fecha: 24/02/2018, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... perdido los límites la acoste en el diván y habriendo sus piernitas, encaré su vaginita lampiña con mi lengua, ella solo cerró sus ojitos, a los dos minutos estaba colorada, y su vagina rezumaba jugos al por mayor, se retorcía como una angulia pero no dejaba de pujar con su conchita contra mi lengua. Le metí dos dedos en cu conchita, y con sus propios jugos le embadurné el agujero del culo. Chiquito, rosadito, pero receptivo, ya que apenas lo toqué con el dedo, se abrió sin restricciones. Julieta estaba a punto. Sofía ya caliente con los juegos previos a su hermana, reclamó su parte, y yo sentándome, le permití el acceso a mi pija con su boca nuevamente. Lo chupaba con desesperación, nunca se lo había metido tan adentro, la cabeza pegaba contra su garganta, Julieta seguía con dos dedos en la concha y uno en el culo, de repente largando un gran suspiro y un gemido, se vino en un tremendo orgasmo, sus jugos chorreaban por sus piernas, mojaban el tapizado del diván, y luego otro más, y otro más. Había perdido la cordura y eldominio de sí. El sexo había ganado su cerebro. Yo aprovechando ese momento, saqué a Sofía de encima mío, coloqué a su hermana colgando las piernitas del borde del diván, y habriendola al máximo puse sus piernas sobre mis hombros, su vagina era un volcán expulsando jugos, le apoyé la cabezota hinchada, y comencé a entrar en esa conchita de siete años. Entraron unos poquitos centímetros y Julieta solo seguía con los ojitos cerrados, suspiraba y suspiraba. La ...
    ... verdad es que a pesar de la abundancia delubricación, tenía la concha muy estrecha. Yo sentía el calor, las pulsaciones de su vagina, pero tambien notaba que mi verga era muy grande para ese agujerito. Tenía que tener paciencia. Y tuvo sus frutos, enseguida comenzó a dilatar, y yolentamente entré hasta su hime, y no me detuve, simplemente me dejé ir dentro de ella, la presión sobre su cuerito fue intensa, y de repente se rompió permitiendo que mi badajo tomara posesión de ese canal en toda su longitud, entraron unos 10 centímetros y se atoró, claro había llegado a sus ovarios, le estaba remachando el útero hacia arriba. Ella gritó, y medio se desmayó. Quedó laxa y quietita. Ya estaba hecho, ya su virginidad me pertenecía, ahora debía hacerla gozar para que supiera que yo sería siempre su macho. Y lentamente comencé con el ida y vuelta, sacaba y metía, y Julieta reaccionó sintiéndose empalada, me miró y me dijo, que grande que es tu verga, me duele pero me gusta, seguí. Yo no me hice rogar y seguí serruchando lentamente, cada vez más profundo, y la pendejita volvió a acabar, tuvo tres orgasmos seguidos y eso me llevó al éxtasis total. Y sin dudarlo le disparé como cinco chorros de leche caliente en esa conchita que a partir de ahora sería mía cuando yo quisiera. Pero Sofía estaba molesta ya que no le había prestado más atención mientras me cojía a su hermanita. Cuando saqué mi rabo de adentro de Julieta, salieron chorros de leche, jugos y algo de sangre del virgo de la nena. ...
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